Agricultura

Eduardo Pérez: “Volveremos a la calle ante el ninguneo que sufre el sector agrario”

Eduardo Pérez: “Volveremos a la calle ante el ninguneo que sufre el sector agrario”

FOTO: Fernando Díaz.

Eduardo Pérez Hoces no se baja del atril de ARAG-ASAJA, la organización agraria mayoritaria en La Rioja. Reelegido presidente el pasado viernes durante la Asamblea General con el respaldo de más del 90 por ciento de los compromisarios y compromisarias (207 votos a favor, seis en contra, cinco blancos y once nulos), Pérez repite en su cargo para lograr devolver la rentabilidad de los agricultores y ganaderos.

Han sido cuatro años, además, en los que la organización ha sumado adeptos, concretamente 48 socios más, y también más plantilla, instalaciones e infraestructuras para dar un mayor servicio. Así, bajo el lema ‘Sembrar, crecer, defender’, Eduardo no ha dudado en volver a coger el timón del principal sector de la región.

– ¿Preparado para otros cuatro años más al frente de la organización?

– Claro que sí. Al final esto no es cosa de dos o tres, si no que somos un gran grupo y eso es lo que hace que todo se lleve mejor. Estos últimos cuatro  años han pasado muy rápido y ojalá hubieran sido unos años en otras circunstancias porque cuando todo fluye es más agradable presidir una organización como esta. Pero, desgraciadamente, la situación del campo, que ya venía complicada, ha empeorado todavía más.

– ¿Cuál diría que es la mayor desavenencia entre el sector agrario y la administración?

– Lo más triste de todo es el no diálogo. Se puede estar a favor o en contra de las decisiones tomadas, pero lo importante es hablar y escuchar al sector, y eso no se está haciendo. Desde antes de verano ninguna de las tres OPA riojanas hemos tenido una reunión con la consejera de Agricultura, Eva Hita, a pesar de pedirla, aunque sí nos hemos juntado con directores y secretarios para tratar cuestiones técnicas. Ahora se han presentado los Presupuestos para 2023 y tampoco se ha juntado con nosotros para, al menos, debatir y discutir. Así que tampoco conocemos los presupuestos.

– ¿Es, por tanto, nula la respuesta de la Consejería?

– Así es. Y vemos que quien realmente está administrando el campo es la Consejería de Sostenibilidad y Transición Ecológica. Tanto en el tema de las energías renovables, como de la fauna silvestre, el lobo, la quema de los restos de poda y también con los incendios forestales durante el verano, cuando se prohibieron las labores agrícolas. Pero luego fueron los agricultores con sus tractores quienes acudieron a sofocar el fuego sin que nadie les reclamara y de ello apenas vimos un signo de agradecimiento… Es ese silencio de la consejera lo que más pena nos da.

FOTO: Fernando Díaz.

– En la Asamblea General celebrada el pasado viernes se habló de la importancia de reivindicar desde las calles. ¿Hay ya fecha para esa próxima movilización agraria en La Rioja?

– De momento no hay fecha, pero desde el órgano de Gobierno de Asaja ya venimos trabajando en reactivar las movilizaciones una vez pasen las fiestas de Navidad. Ya vemos cuál es la situación, así que queremos volver a mostrar nuestra preocupación y enfado ante esta situación para que tanto la sociedad como la Administración vean la importancia que tiene el sector agrario y el ninguneo que está sufriendo.

– Desde la celebrada en enero, ¿ha habido algún avance en el sector?

– Todo lo contrario. De los diez u once puntos que reflejamos en la petición, en lugar de hacerles caso e intentar resolver alguno de ellos se han empeorado más. Se ha empeorado la reforma laboral, la PAC, los seguros agrarios que son más caros… Así que volveremos a salir a las calles, aunque todavía no hemos determinado de qué forma.

– Hablemos ahora de la nueva PAC. ¿Qué pros y contras diría que tiene?

– Pues me costaría sacar algún pro, la verdad. Desgraciadamente, la PAC va a ser con menos dinero todavía y ataca a su principal objetivo: se creó para producir alimentos sanos, abundantes y a un precio asequible para toda la sociedad y en estos momentos vamos a producir menos alimentos, más caros y destinados, por tanto, a un sector de la sociedad que tenga la capacidad económica de adquirirlos. El resto acudirá a esos alimentos más baratos que llegan de terceros países y que no cuentan con las mismas reglas de juego porque cuando cruzan nuestras fronteras no se controla su trazabilidad. Solo pedimos que se exija lo mismo proceda de donde proceda. El problema es que esta PAC se creó para el 2021, no para el 2023, y entre tanto han ocurrido muchas cosas que han derivado en una falta de alimentos.

FOTO: Fernando Díaz.

– ¿Hay incongruencias en esta reforma?

– Por un lado nos van a obligar a dejar ciertos terrenos sin cultivar para favorecer la biodiversidad, pero así van a provocar mayor escasez de alimentos. Luego van a fomentar la siembra directa para evitar remover los suelos, pero si por otro lado prohíben el uso del glifosato no se puede aplicar esta práctica porque entonces las malas hierbas se comerían el sembrado. Con el tema de los leñosos quieren impulsar las cubiertas vegetales, pero hay que conocer la meteorología de esta zona. Ojalá lloviera tanto como en Francia o Alemania, pero sí a muchos cultivos leñosos les cuesta sobrevivir ya de por sí ante los episodios de sequía y sus propias circunstancias de ubicación, no te quiero decir nada si luego también nos restringen el riego. Solo van a conseguir complicar aún más las cosas.

– También será la PAC de la digitalización, con unos mayores controles a pie de campo.

– Gran parte de la comunicación será electrónica y muchos de los servicios prestados también, por eso desde ASAJA venimos trabajando desde antes en informar a nuestros socios. Otra de las novedades es que a partir de septiembre va a salir la normativa que fija que todos los productos que se compren (abonados, fitosanitarios, simiente, antibióticos para los animales…) deben reflejar el lugar, la fecha y la cantidad que se han empleado. Algo que habrá que comunicar a un técnico cada diez o quince días a través de la web digital. Prácticamente, un control diario que va a complicar más si cabe la gestión de las explotaciones, además del sobrecoste que implicará, y la única justificación que dan a ello es que se pretende conseguir que las explotaciones sean más viables y que se sepa las dosis que se echan al campo, aunque eso ya se refleja en el cuaderno de campo.

– ¿Cree que es una PAC hecha para los futuros agricultores y ganaderos?

– Creo que los nuevos profesionales que se quieran instalar si no ven rentabilidad realmente no van a dar el paso. En las dos últimas décadas hemos perdido 1.800 profesionales y los jóvenes cada vez apuestan menos por el campo. No porque no les guste, sino porque no ven su viabilidad porque para ser viable tienes que ser grande sí o sí. La PAC tampoco ayuda por tanto a esa incorporación porque cada vez ponen más requisitos, más normas y más complicaciones. Mientras tanto, los que están ya piensan en jubilarse y olvidarse de estas historias.

– ¿Cuáles van a ser las líneas de actuación para estos próximos cuatro años?

– Los retos para estos cuatro años vaN a ser, principalmente, revertir la situación y recuperar la rentabilidad de las explotaciones agrarias. Igual antes podía salvarse algún sector pero ahora todos, en mayor o menor medida, salen perjudicados con la inflación de costes tanto de la energía como de los insumos.

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