La Rioja

“Hay discrepancias con el PSOE, pero lavamos los trapos sucios dentro de casa”

Óscar Moreno es el único concejal de Izquierda Unida en Calahorra que ha conseguido revalidar el cargo dos legislaturas consecutivas. Iniciada esta última, firmó un acuerdo con el PSOE y fue después cuando entró en el equipo de Gobierno. El futuro es incierto para un concejal que se define “pesimista por naturaleza”, pero que está convencido de que la ciudad “necesita seguir con un Gobierno de izquierdas”.

– ¿Se presentará Óscar Moreno a las próximas elecciones municipales?
– La idea es esa, porque además creemos que hay que mantener el gobierno progresista que hay y que el PSOE debe tener a alguien a su izquierda que le tire del ramal para promover actuaciones sociales que seguramente si no estuviésemos nosotros no se harían. Pero es un tema que tendrá que decidir mi grupo.

– La legislatura no comenzó bien. El respaldo de la ciudadanía no fue el esperado y las relaciones con el PSOE no eran demasiado buenas y este decidió gobernar en solitario.

– El inicio de la legislatura fue como cuentas. Pero desde el PSOE se dieron cuenta de que hay muchos asuntos importantes de transformación de la ciudad que requieren mayoría absoluta. En muchos de los planteamientos estamos de acuerdo pero, si no hubiese habido un acuerdo, hay cosas que no hubiesen salido adelante. Al final hubo entendimiento, pero la legislatura pasada las relaciones no fueron buenas. Ellos no entendían que apostásemos por colaborar con el PP para que saliesen cosas adelante. Nosotros creímos que era lo mejor. Las relaciones con el PSOE no eran buenas pero, a veces, hay que dejar a un lado las cosas que son más personales que políticas y tirar para adelante.

– ¿Cómo ve el acuerdo después de varios años con él en vigor?

– Creo que era necesario. Nosotros con un solo concejal conseguimos meter bastantes propuestas. Casi un 25 por ciento de las propuestas que llevábamos en nuestro programa se plasmaron en ese acuerdo. Cierto es que algunas cosas van demasiado lentas y algunas no van a poder salir en esta legislatura, por eso tampoco era cuestión de perder tiempo en negociar cada tema. Es evidente que Calahorra está mejor que hace cuatro años. Además, se han puesto las bases para temas muy importantes como la intermodal, el centro de FP, la Ciudad del Envase o la ampliación del Centro de Salud. Pero los tiempos de la administración son desesperantes. En mi opinión, las actuaciones más importantes se han llevado en el Casco Antiguo porque estaba olvidadísimo. En Calahorra se vivía de espaldas a esa zona de la ciudad.

– Llegan elecciones. ¿Va a ser complicado mantener un acuerdo y a la vez diferenciarse del PSOE?

– Creo que no, todo el mundo sabe las diferencias que hay entre el PSOE e IU, lo importante ahora es que sigamos en esa senda en la que estamos trabajando. Si me preguntas si se va a romper el acuerdo por llegar a elecciones te digo que nosotros somos muy serios cuando llegamos a acuerdos y lo vamos a mantener hasta final de legislatura. Siempre entre el PSOE e IU hay discrepancias, lo estamos viendo a nivel nacional, pero nosotros intentamos lavar los trapos dentro de casa.

– ¿Ha habido algún momento en el que se haya planteado romper el acuerdo?

– Haberlos siempre haylos, y los ha habido, pero al final ves lo que tienes enfrente y piensas: si rompemos, ¿qué nos queda?. Nosotros no vamos a votar propuestas con Vox, ni siquiera debatimos con ellos en los plenos porque entendemos que no creen en la democracia y no queremos seguir el juego que marcan. Si hay discrepancias, nos sentamos, lo hablamos y continuamos.

– ¿A qué ha tenido que renunciar Óscar Moreno por cumplir el acuerdo?

– A algunas cosas, por supuesto. Cuando tienes un acuerdo las dos partes tienen que dejar cosas por el camino. Nosotros tenemos un concejal, la mayoría de la ciudad de Calahorra apoyó al PSOE y no podemos imponer postulados en contra de lo que ha decidido la mayoría de la ciudad por eso hay cosas que nos hemos tenido que ‘comer’. Pero eso podría suponer votar con Vox y la balanza, al final, está claro hacia dónde tira.

– No debate con Vox en los plenos. ¿Por qué?

– Efectivamente. Creemos que tenemos en frente a un partido con postulados más que antagónicos que pretenden romper la legalidad establecida, sin entrar ya en lo que piensan sobre las mujeres, los inmigrantes, los jóvenes… ¿Qué puedes debatir con gente que te dice que las autonomías no sirven para nada, no mantienen un mínimo de compostura insultando en un foro como es un Pleno al presidente del Gobierno?. Decidimos que lo mejor era obviarlos, puede que sea una decisión equivocada, pero fue la que tomamos. Aunque en algunos debates me gustaría dejarlos ideológicamente a la altura del barro, no queremos darles la oportunidad de seguir exponiendo su ideología.

– Pero representan a una parte de los calagurritanos.

-Existir, existen: ahí están, ya veremos lo que duran. La democracia es así, la gente tiene todo el derecho a votar lo que quiera, pero gente que piensa como piensan ellos sobre la inmigración, la mujer, los homosexuales, el cambio climático… Es un partido que no lo sacas de mujer, inmigrante, toros y caza.

– ¿Cuál cree que son las deficiencias fundamentales que tiene a día de hoy Calahorra?

– La limpieza, sin duda. El tema de la limpieza es desesperante. Tenemos un contrato que se firmó antes de que llegásemos nosotros que nos tiene atados de pies y manos. Está demostrado que hace falta más personal y más limpieza. Creo que hay que buscar otras fórmulas. Hoy por hoy es una de las grandes deficiencias de la ciudad. Además estoy convencido de que hay que meterle más mano al casco antiguo porque hay zonas que están deplorables. Eso a nivel general, luego hay cositas más pequeñas en las que hay que seguir trabajando.

– A nivel regional Izquierda Unida ha apostado por ir de la mano de Podemos: Óscar Moreno siempre ha sido contrario a ir en coalición.

– Sí, pero más por su afán de personalismos que por otra cosa. Pablo Iglesias nunca me ha gustado aunque no estoy de acuerdo con el acoso y derribo al que se le ha sometido. Aquí en Calahorra tuvimos una representante en el Parlamento regional, iba a ir de número dos en mi candidatura pero vio la oportunidad de crecer con Podemos y ¿ahora dónde está? Luego te encuentras con personas como Raquel Romero que nadie sabe de dónde llegó. Estos cuatro años ha ido a su bola, no ha contado con el partido… Yo soy una persona de equipo, todas las decisiones que se toman en Calahorra las decide un grupo de gente con unas siglas que son los que me han puesto ahí. Hay veces que no coincido pero hay que ser consciente de que no me represento a mí mismo y en Podemos te encuentras con mucha gente que pasa de los grupos y dan miedo a la hora de llegar a acuerdos. Tengo un escudo protector hacia ellos.

– ¿Cómo ve las elecciones municipales en Calahorra?

– Nosotros no manejamos encuestas. Creo que se pueden repetir los resultados de esta legislatura. La diferencia va a estar en lo que pase con Ciudadanos que ahora tiene tres concejales y no sabemos si se van a presentar o no. El tema es dónde van a ir a parar esos votos. Al PSOE pueden ir a algunos, a Izquierda Unida no va a venir ninguno. El PSOE tiene que tener claro que recibió algunos votos por demérito del PP en Calahorra. Eso hace más complicado hacer quinielas. Además, por el lado de la izquierda puede que sólo estemos PSOE e IU, pero en la derecha hay más grupos que ya sabemos que se van a presentar y la disgregación siempre penaliza. Nosotros apostamos por mantener el concejal, que es muy complicado. Creo que hemos demostrado que somos un partido útil para la ciudad, aunque a veces cale más eso de que ‘vienen los rojos’. Si me tengo que ir, me iré con la conciencia tranquila porque considero que el trabajo que se ha hecho ha sido importante. Reconozco que soy pesimista por naturaleza, en mi equipo creen que podemos aumentar en número de votantes.

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