Salud

Biomarcadores que predicen la respuesta al tratamiento del cáncer de recto

Foto: Raquel Manzanares EFE

Ana Lumbreras

Una investigación ha determinado, por primera vez en el mundo, que el estudio conjunto de cuatro biomarcadores puede predecir si un paciente de cáncer de recto responderá bien o peor al tratamiento habitual, lo que permite establecer unas terapias más personalizadas e intensas en estos últimos casos.

Este es el resultado de un estudio retrospectivo desarrollado por el Grupo de Angiogénesis del Centro de Investigación Biomédica de La Rioja (CIBIR) y el Servicio de Oncología del Hospital Universitario San Pedro de Logroño durante diez años, con un seguimiento de los pacientes a cinco y diez años de su supervivencia.

Los biomarcadores son parámetros clínicos o bioquímicos que permiten hacer predicciones sobre el diagnóstico y la evolución de una enfermedad, lo que ayuda a los médicos a clasificar a los pacientes y diseñar tratamientos más personalizados, ha explicado a EFE el investigador principal del Grupo de Angiogénesis, Alfredo Martínez.

EFE/Raquel Manzanares

«En la investigación -ha subrayado- hemos encontrado que hay cuatro biomarcadores clínicos que, cuando los consideramos todos juntos, nos ofrecen una buena perspectiva de si ese paciente responderá bien o no tan bien al tratamiento».

Ello permite, «en aquellas personas que podamos determinar que no van a responder tan bien a esta terapia, buscar otras que sean más personales, más dirigidas e, incluso, más intensas, intentando que el resultado del tratamiento sea mejor».

Los niveles de hemoglobina, el cociente del número de linfocitos y monocitos, el cociente del número de plaquetas y linfocitos y el número de ganglios afectados son estos cuatro biomarcadores, que se recogen habitualmente a lo largo del tratamiento y que, cuando se ponen en conjunto, permiten predecir cómo responderá el paciente.

«Es la primera vez que se hace este tipo de análisis y permite a los médicos de todos los países analizar estos datos, clasificar a sus pacientes dependiendo de si van a responder mejor o peor al tratamiento y establecer aquellas terapias que sean más adecuadas en cada caso», ha asegurado.

Terapias personalizadas

El tratamiento de este tipo de cáncer, en la actualidad, se inicia con unas sesiones de quimioterapia y radioterapia, se deja descansar al paciente unas semanas y se aborda la cirugía, a la que sigue de nuevo la quimioterapia.

«Es una fórmula de tratamiento que sirve para garantizar una mayor supervivencia de los pacientes que sufren esta enfermedad, pero no todos los que son sometidos a esta terapia terminan curados del cáncer rectal», según Martínez.

Los investigadores han recogido estos cuatro biomarcadores en distintos tiempos durante el tratamiento: justo después del diagnóstico, antes de empezar cualquier tratamiento; después de la quimioterapia y radioterapia iniciales, tras la cirugía y al final del proceso.

EFE/Raquel Manzanares

Los que mejor se han comportado son aquellos que se miden justo después de la quimioterapia y radioterapia iniciales, antes de abordar la cirugía.

Ha insistido en que no hay que hacer nada especial al paciente, dado que son datos que se recogen de forma habitual en el seguimiento clínico de los enfermos y solo hay que estudiarlos y ponerlos en perspectiva.

Este ensayo clínico se desarrolló con 77 pacientes de colon rectal avanzado tratados en el Hospital Universitario San Pedro entre 2007 y 2017, en el que, mediante un estudio restrospectivo, se analizaron todos los datos para determinar los biomarcadores que, de alguna forma, predecían la respuesta posterior. A ello se incorporó el seguimiento de los pacientes a cinco y diez años de su supervivencia.

El cáncer de colon y recto, el más frecuente

Ha reconocido que, de esos pacientes, no todos han sobrevivido y entre un 30 y 40 por ciento de ellos regeneraron la enfermedad al cabo de unos años, por lo que era importante determinar cuáles podían ser candidatos a recibir «otras terapias más dirigidas, personalizadas y drásticas, de alguna manera».

Tras esta primera fase de la investigación, se ha iniciado otra con un estudio prospectivo de los nuevos pacientes de colon de recto, en los que se analizarán estos cuatro biomarcadores de forma conjunta para «tener el dato de si responderán bien o mal a la terapia» y adoptar los mejores tratamientos en cada caso.

Esta investigación, que se ha publicado recientemente en la revista International Journal of Clinical Medicine, abre un camino importante en el tratamiento de estos pacientes con cáncer rectal, dolencia que supone, aproximadamente, el 35 % de todos los casos de cáncer colorrectal.

En España, la incidencia estimada del cáncer rectal para el año 2020 era de 13,5 casos por 100.000 habitantes, algo superior a la media europea de 11,2 y mundial de 7,6.

Además, se prevé que los cánceres más frecuentemente diagnosticados en el país durante 2022 serán los de colon y recto, con 43.370 nuevos casos -28.706 de colon y 14.664 de recto; mama, con 34.750, y pulmón, con 30.948, según un informe de la Sociedad Española de Oncología Médica.

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