La Rioja

Las esquirlas de la Formación Profesional en La Rioja

El impresionante ‘boom’ que están experimentando los estudios de Formación Profesional en los últimos años y la consolidación de un amplio abanico de titulaciones han traído aparejado un problema que se repite en decenas de centros públicos de todo el país y que, aunque en menor grado, también se ve en La Rioja: la existencia de ciclos formativos que apenas encuentran alumnado para cubrir muchas de las plazas que ofertan.

Podría ser algo entendible si no fuese porque algunas de ellas tienen un altísimo grado de empleabilidad. El caso más evidente en La Rioja es el del grado medio de Servicio de Restauración. Mientras en restaurantes y bares buscan profesionales que poder contratar por la falta incesante de trabajadores, este grado medio ha ocupado sólo 17 plazas de las treinta que ofrecen en la comunidad.

Pasa más de lo mismo en el grado medio de Carpintería y Muebles. Con una empleabilidad del cien por cien, sólo se han matriculado doce de los treinta alumnos que podrían haberlo hecho. En el de Producción Agropecuaria para más de lo mismo.

Una de las coincidencias de estos tres grados con menor demanda entre los alumnos riojanos es que todos ellos se imparten fuera de Logroño, una situación que parece no convencer a los alumnos a pesar de que La Rioja ha mejorado la movilidad con nuevas rutas hasta sus institutos.

Aún así, la evidencia es que los alumnos riojanos prefieren la capital para estudiar. El ejemplo se ha visto este año con la creación de un grado de Cuidados Auxiliares de Enfermería. En Logroño el grado tiene largas listas de espera, mientras que el recién creado en Nájera se ha llenado finalmente a duras penas. Aún así, este es el grado que más alumnos acoge en La Rioja con doscientas plazas ocupadas.

Otros grados que tienen altísima ocupación son el de Sistemas Microinformáticos y Redes, con 150 alumnos; Electromecánica de Vehículos Automóviles, con noventa; Atención a Personas en Situación de Dependencia, con setenta; Mecanizado, con 55, y Farmacia y Parafarmacia, con sesenta alumnos.

En los grados superiores pasa un poco más de lo mismo. Existen varios grados con una bajísima elección por parte de los alumnos. El caso más claro es el de Gestión de Alojamientos Turísticos, que sólo ha ocupado siete plazas de las treinta que se ofrecían este curso. También el de Prevención de Riesgos Profesionales, que tiene veinte plazas vacantes de las treinta ofrecidas. En menor medida se encuentra Fabricación Mecánica, que tiene 19 plazas vacantes de las 42 ofrecidas. Y un caso curioso es el de Administración y Finanzas, también con una altísima empleabilidad tras cursarlo y que de las 270 plazas ofrecidas han quedado 62 vacantes (más de un veinte por ciento de las ofertadas).

Por otro lado, en Grado Superior está todo cubierto en Desarrollo de Aplicaciones Multiplataforma con 102 plazas, Mecatrónica Industrial con 105 plazas e Integración Social y Laboratorio Clínico y Biomédico, ambas con cincuenta plazas, como destacadas.

Además hay quince grados con todas las plazas cubiertas como Desarrollo de Aplicaciones Web, con 44 plazas, y Dietética, Imagen para el Diagnóstico y Medicina Nuclear y Marketing y Publicidad, las tres con treinta plazas ocupadas. Una situación que demuestra que los grados relacionados con las nuevas tecnologías y con el mundo sanitario son las que más enganchan a los alumnos riojanos.

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