CARTA AL DIRECTOR

Gracias, Ricardo Miralles

Hace ahora algo más de 20 años que tuve la fortuna de conocer una persona excepcional, Ricardo Miralles. Entró en mi vida en el año 2001 cuando me presenté a una plaza de profesor asociado en la Universidad del País Vasco donde Ricardo ejercía como catedrático de historia contemporánea. Un día que bajando de Treviana paso por Haro nos llamó en casa y tuvo la ocasión de contárselo a mi padre. Entonces arrancó una maravillosa amistad personal y familiar que ha durado hasta ayer, cuando por desgracia nuestro querido Ricardo nos ha dejado.

Después los caminos de la vida, los años de trabajo en la Universidad del País Vasco como profesor, nos permitieron compartir muchos otros magníficos momentos. Su proyecto personal y familiar, rehabilitando y acondicionando la casa familiar en Treviana, donde dejaba los libros, su ejercicio intelectual y académico de entre semana, para ponerse manos a la obra y ser capaz, con mucha calma, mucho esfuerzo y trabajo de construir su hogar en La Rioja.

Una tierra a la que se vinculó de forma física y emocional, a la que tanto ha querido y por la que tanto ha hecho que no hay espacio en este breve recordatorio para agradecerle cómo se merece. Nunca olvidaré un día del año 2003 en el que me llamó para decirme -entonces era director general de cultura- que tenía que subir a Treviana para enseñarme los elementos del rómanico que pervivían en el cementerio de la localidad. Junto con su querida Mariana me hablaron de que eran muy importantes, que estaban un poco olvidados y que teníamos que hacer algo para recuperarlos y difundirlo.

Desde esa sensibilidad por el románico Ricardo comenzó a construir un gran proyecto que con el tiempo, y gracias a él, a su tesón, a su saber hacer y a su energía vital para implicar a muchas otras personas e instituciones, adquirió consistencia para constituir hoy una realidad, un auténtico tesoro tanto para La Rioja en general como para toda la zona de los Obarenes muy en particular.

El Centro del Románico del Treviana, las rutas que partiendo del municipio recorren muchos otros que poseen importantes muestras del arte románico o las jornadas dedicadas al conocimiento y difusión de este estilo histórico-artístico (que celebraron este año su XI edición) constituyen un valioso ejemplo desde lo que su iniciativa personal fue capaz de hacer Ricardo con el único y noble fin de dinamizar y poner en valor el potencial que el patrimonio de la historia del arte románico tenía, tiene y tendrá en La Rioja y de aquí les voy a llevar a Ochánduri, a Tirgo, a Castilseco… a cualquiera de los municipios de alrededor para que los conozcan.

Ricardo ha sido, y será siempre para todos nosotros, además del gran profesor, académico e historiador, el gran anfitrión, el motor e impulsor, la persona que ha dado tanto por esta iniciativa, por toda la zona y por La Rioja. Lo vio -con enorme perspicacia- lo persiguió y lo consiguió. Él se nos va, pero no su gran legado. Ahora tenemos la obligación, el deber moral y emocional, de seguir cuidando e impulsando su legado.

Como tributo a lo que ha sido Ricardo Miralles no podía dejar de escribir hoy este breve testimonio para que más personas conozcan lo que ha hecho por La Rioja, por nuestra cultura, por nuestra historia y por nuestro patrimonio. Una labor de incalculable valor realizada desde el esfuerzo personal, desde la voluntad que debe constituirse en un ejemplo de lo que cada persona podemos hacer en cualquier empresa de la vida cuando nos lo proponemos y tenemos fe en ello. Gracias Ricardo, nunca te olvidaremos

*Puedes enviar tu ‘Carta al director’ a través del correo electrónico o al WhatsApp 602262881.

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