nuevecuatrouno

1 de noviembre de 2022

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El frío intenso aún no ha llegado a La Rioja y eso deja sobre el terreno un mar de hojas de parra tostadas que todavía se aferran con fuerza a unos sarmientos que ya han dado mucho de sí por este año. Desde caminos, valles, miradores y sierras se ha podido disfrutar de una auténtica paleta otoñal que tantas miradas atrae cada año.

Sin embargo, la gran intensidad cromática que ha protagonista las anteriores temporadas no ha acompañado en esta ocasión. La sequía prolongada durante toda la época estival ha dejado el rojizo de las hojas de tempranillo apagado, sin fuerzas y sin que ni siquiera los rayos que han iluminado el otoño consigan darle un poco de luz. Una paleta de ocres menos viva, pero igual de llamativa a ojos de la mayoría.