La Rioja

Comienza la poda “más complicada” de los 43.600 árboles de Logroño

El Ayuntamiento de Logroño ha comenzado la campaña de podas del arbolado de la ciudad. Se pretende consolidar los criterios seguidos estos últimos años, y que son acordes con el programa Escudo Verde, el cual aboga por “una poda más natural, alejada de desmoches y formas artificiosas en cubo o en bola”, según ha explicado el concejal de Medio Ambiente, José Manuel Zúñiga.

Esta campaña se ha iniciado esta semana, del 17 al 21 de octubre, y se prevé que finalice la primera quincena de febrero de 2023. El concejal ha señalado que, en total, “en la ciudad tenemos unos 21.000 árboles ubicados en acera y 22.600 que se encuentran en superficies verdes o pradera con césped”. La campaña de poda conlleva la revisión de estos 43.600 árboles que hay en Logroño, lo que permite “localizar el arbolado enfermo, arbolado con ramas secas, débiles o entrecruzadas” y que garantiza “el buen estado del arbolado de la ciudad y la seguridad ciudadana”.

Para la realización de los trabajos se empleará directamente el 40 por ciento de la plantilla de la empresa de mantenimiento de zonas verdes y un 20 por ciento de manera indirecta. A su vez, estos grupos de poda (formados por una media de cuatro personas) son divididos en dos unidades, tomando la calle Vara de Rey como eje de división. Ayudados de plataformas elevadoras, los operarios se aproximan a la copa de los árboles, valoran los trabajos que se deben realizar y podan el ramaje seleccionado. A continuación, se recogen los restos vegetales obtenidos y se trasladan a la planta de compostaje.

Con esta campaña de poda, “obtendremos restos de poda de calibres menores. Todos los restos vegetales recogidos se gestionan en la planta de compost municipal. El cien por cien del compost obtenido retorna a las zonas verdes municipales”, ha detallado el concejal de Medio Ambiente.

Campaña complicada

La campaña de poda de este año continuará con el mismo criterio de años anteriores, realizando sólo aquellas podas estrictamente necesarias por motivos de seguridad, formación o interferencias con fachadas u otros elementos.

No obstante, “debido a la carencia de lluvias y a las temperaturas tan elevadas de los últimos meses, se presenta más complicada que las anteriores, ya que el arbolado presenta mayor número de ramas puntisecas que deben retirarse”, ha explicado José Manuel Zúñiga, quien ha aclarado que “en todo momento las podas respetarán la estructura del árbol, su etapa de desarrollo, las características de la especie y sus reservas; además, se intentará evitar las podas artificiales basadas en geometrías antinaturales, como la formación en bola o cubo en árboles de alineación, y realizando podas drásticas como los terciados o desmoches solo en aquellos árboles de alineación que por su ubicación, estructura o seguridad lo requieran”.

Aun así, en parques con una ‘estética paisajística tradicional’, como es el caso del Espolón, se continuarán realizando las podas de mantenimiento. “Otros parques más grandes, como, por ejemplo, el de la Vendimia, verán como sus árboles mantendrán copas más amplias, favoreciendo así e incrementado los servicios ecosistémicos que nos prestan: mayor sombra en los meses calurosos, mayor capacidad de absorción de CO2, regulación de la temperatura, etc.”, ha indicado.

De acuerdo con los valores defendidos en el programa Escudo Verde, “se aplicará el mayor respeto a la biodiversidad existente en el follaje o entre el ramaje del arbolado, basado en anidamientos u otras formas de vida integradora”, ha apuntado el edil.

Asimismo, “podrán realizarse podas cuya finalidad sea la eliminación de ramas que impiden la visibilidad de semáforos o la señalización vertical”. También se prevé actuar en el alumbrado público con la finalidad de dejar expeditas las luminarias y permitiendo una mejor iluminación y una reducción de consumos energéticos”.

Con estos criterios, “pretendemos mejorar la calidad sanitaria del arbolado y así controlar y reducir en lo posible sus enfermedades. Indirectamente, esto redundará en la reducción de la inversión económica de los insumos necesarios”, ha indicado el concejal de Medio Ambiente.

Desde el punto de visto ecológico esta reducción de podas, “potenciará un incremento de la biodiversidad en la flora y la fauna de la ciudad, que favorecerá el asentamiento de fauna beneficiosa”.

Durante la campaña son inspeccionados todos los árboles para la detección de posibles problemas sanitarios que supongan un riesgo para la salud del árbol o para la seguridad ciudadana. En determinados casos se respetarán la floración y fructificación como reservorio de alimento para insectos y aves.

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