ARAG-ASAJA ha solicitado a la Consejería de Agricultura, Ganadería, Mundo Rural, Territorio y Población la flexibilización de los nuevos regímenes voluntarios a favor del clima, medio ambiente y bienestar animal (eco regímenes), previstos en el Plan Estratégico de la PAC (PEPAC) recogidos en la Resolución de 5 de octubre de 2022.
La organización ha enviado una carta a la Dirección General de Agricultura y Ganadería solicitando la flexibilización de las nuevas medidas dada la situación que padece el campo riojano, con una prolongada sequía que arrastra desde principios de verano, así como la falta de disponibilidad en el mercado de semilla de especies mejorantes, en concreto de leguminosas, focalizando sobre todo estas flexibilidades para la campaña 2022-2023 en aquellas prácticas que tienen que comenzarse de forma inmediata.
En concreto, esta flexibilización que solicita ARAG-ASAJA se centra, por un lado, en la reducción del número de días de práctica del pastoreo extensivo, de 120 a 90, ya que la merma de pasto es evidente y las previsiones de precipitaciones no aseguran un crecimiento suficiente, además los ganaderos llevan meses suplementando la alimentación del ganado mediante piensos y forrajes. De la misma manera, considera adecuado ajustar la carga ganadera mínima y máxima, tanto para pastos húmedos, como para pastos mediterráneos, con el objeto de evitar el sobre pastoreo en un momento de máxima vulnerabilidad para el correcto mantenimiento de los pastos en un estado adecuado.
Con respecto a la práctica de rotación de cultivos con especies mejorantes, la organización solicita la reducción del porcentaje de rotación hasta el 25 por ciento para las tierras de cultivo de secano y secano húmedo, dada la situación de sequía que arrastra el campo y propone la ampliación del índice máximo de barbecho al 40 por ciento en el mismo tipo de tierras.
Por otro lado, y pese a no estar contemplado en la normativa en desarrollo, ARAG-ASAJA pide que se exima, o en su caso se reduzca, durante la campaña 2023, la exigencia de dedicar como mínimo el 10 por ciento de las tierras de cultivo acogidas a la práctica de rotación de cultivos con especies mejorantes, debido a la falta de suministro de semilla en esta campaña, lo que dificulta poder acogerse a la práctica de rotación de cultivos con dichas especies, y en concreto, en el caso de las leguminosas, para las que, aun pudiendo existir disponibilidad, el precio de la semilla hace desistir al agricultor de su adquisición.
