El arquitecto japonés Kengo Kuma ha afirmado este lunes que siempre trata de crear “una arquitectura de escala humana y que genere una sensación de intimidad para mejorar los espacios urbanos en los que se ubica”, como hará el edificio que ha diseñado para el centro de tecnologías avanzadas de la empresa Bosonit que se localizará en Logroño.
Kuma, un reputado arquitecto con obras por todo el mundo -como el Teatro de la Opera de Granada, el museo de arte Suntory de Tokio o la sede del Grupo Louis Vuitton en su país; ha ganado diferentes premios de arquitectura y dirige un laboratorio de esta disciplina.
FOTO: EFE/Raquel Manzanares.
El reputado arquitecto japonés ha realizado estas declaraciones en un encuentro informativo previo a ofrecer una ponencia titulada ‘Acupunturas urbanas’ en el Espacio Lagares de la capital riojana, a la que han asistido el portavoz del Gobierno de La Rioja, Álex Dorado; y el alcalde de Logroño, Pablo Hermoso de Mendoza.
También han asistido a esta conferencia el presidente de la Cámara de Comercio de La Rioja y de la Federación de Empresas de La Rioja (FER), Jaime García-Calzada; y el decano del Colegio de Arquitectos de La Rioja (COAR), Ángel Carrero.
Este arquitecto japonés ha explicado distintos proyectos que ha realizado alrededor del mundo a través de una presentación fotográfica en la que ha querido mostrar cómo los edificios que ha diseñado ubicados en centros urbanos utilizan “materiales naturales de la zona” como elementos arquitectónicos, algo que replicará el edificio de Bosonit en la capital riojana.
FOTO: EFE/Raquel Manzanares.
Ha indicado que este proyecto arquitectónico para Logroño, cuyos detalles se presentarán “en unos meses”, parte de entender la localización del edificio en el casco histórico, muy cerca del río Ebro, “utilizando materiales tradicionales como la piedra local, trabajándola con detalles de alta calidad y, digamos, mejorando las calidades paisajísticas del lugar donde se ubica”.
“Sobre todo, se intenta crear una nueva forma de trabajar porque va a ser un centro de trabajo de alta tecnología, pero también una forma de estar en el casco antiguo creando un contraste armónico entre lo nuevo y lo viejo”, ha subrayado.
Sobre el tamaño de este proyecto arquitectónico, ha señalado que “es grande porque parte de unos requerimientos de ocupación grandes, pero esta propuesta lo que intenta, precisamente, es adecuarse al lugar donde se ubica”.
Ha precisado que el edificio que albergará el centro de tecnologías avanzadas de Bosonit intentará ser “lo más horizontal posible, en el sentido de que controla sus alturas en el interior del casco antiguo y luego va subiendo paulatinamente, acondicionándose a las alturas de los edificios que ya están hacia el río Ebro”.
“Este proyecto trata de ser muy horizontal y de adecuarse a las alturas de todo el contexto que le rodea trabajando con detalles naturales cálidos que pertenecen al casco histórico y con un nivel de detalle muy fino porque, lejos de ser un edificio de altura, es un edificio horizontal y de escala muy humana”, ha destacado.
Ha incidido en su intención de “crear armonía en el espacio” con sus proyectos, como en el de Logroño, cuyo edificio no será más alto que la iglesia con la que colinda, sino que irá incrementándose conforme se aleja de ella y se acerca al Ebro para “conectar el río y la ciudad” a través de esta propuesta.
