En Calahorra era conocida como Pili pero una vez que pasaba el Gorbea junto a su marido Luis todos la conocían como ‘la abuela del Athletic’. Este lunes la familia despedirá a Pilar Fernández Moreno, a los 86 años, en Calahorra.
Entrar a su casa era sumergirse en un mundo lleno de recuerdos en rojiblanco. Entradas que ni siquiera el museo del club tiene, camisetas firmadas por los jugadores más importantes que han pasado por la historia reciente, fotografías de los viajes a los partidos más trascendentales y un sin fin de recuerdos de todos los congresos de peñas a los que han ido acudiendo en los setenta años que llevaban siguiendo al equipo vizcaíno.
Su pasión por el fútbol, llegó de la mano de su marido al que conoció ya siendo aficionado. Desde que unieron sus vidas siempre lo acompañó. “Al principio íbamos en tren, con una tortilla de patata y a pasar la noche en una fonda para ver el partido al día siguiente”, contaban siempre que alguien les preguntaba por sus viajes. “Estaba cerca de un cine en el que una vez hizo un acto Blas Piñar, menuda se lió, hubo hasta un muerto”, recordaban.
Pili recordaba con cariño sus visitas al sanatorio de Santa Marina a llevar verduras y frutas para los enfermos. Después, representando a la peña de Calahorra recorrieron juntos miles de kilómetros. Los congresos eran una forma de hacer amistades. “Estuvimos en el palco invitados por el Athletic, somos socios de honor de varias peñas en diferentes lugares de España y me tuvieron que consolar como a una niña el día que fuimos al último partido del antiguo San Mamés; también al primero del nuevo, cuando aún no estaba ni terminado” recordaba.
Además representaba a Calahorra en cada uno de los viajes. Siempre que había que hacer un regalo llevaba a la ‘dama calagurritana’ para promocionar su municipio. Una vida llena de anécdotas pensando siempre en rojiblanco.
