No era una situación fácil. De hecho, las negociaciones se ha alargado durante meses. Conseguir los casi 39.000 metros cuadrados donde se alojará el Centro Integrado de Formación Profesional en Calahorra ha llevado decenas de reuniones no sólo con los propietarios de los mismos sino también con los acreedores de varias de las parcelas.
De esta manera la alcaldesa de la localidad, Elisa Garrido ha explicado una por una las negociaciones que se han llevado a cabo en las seis parcelas que conforman la zona donde se ubicarán las instalaciones educativas en lo que ha denominado como “la que va a ser la mayor inversión en materia de educación en la ciudad de la historia”.
Así la operación ha consistido en llegar a acuerdos con los propietarios de seis parcelas. En dos de ellas, los propietarios aceptaron el justiprecio por el que se valoraron las mismas. Una por un precio de algo más de siete mil euros y otra por un valor de algo más de tres mil euros. En la tercera se ha llegado a un acuerdo con el propietario a un precio de casi 40.000 euros. Las tres ya están pagadas y son desde el mes de julio, cuando se llegó a un acuerdo con la última, propiedad del consistorio calagurritano.
Las otras tres parcelas, las más amplias, eran las pertenecientes a la antigua empresa Envases Metálicos Moreno. Unos terrenos valorados en 2008 en 24 millones de euros y que tenían 7 millones de euros de cargas. Finalmente el consistorio las ha adquirido por un total de 2,2 millones de euros tras llegar al acuerdo con las diferentes entidades bancarias que tenían parte en la negociación. El ayuntamiento calagurritano se ha hecho con estos terrenos por un importe de 58,4 euros el metro cuadrado.
Para poder pagar este importe final, el equipo de gobierno tendrá que aumentar la partida presupuestaria, que estaba dotada con dos millones de euros, en un pleno extraordinario que se celebrará este martes de primera hora de la mañana. El siguiente paso será adjudicar el proyecto de derribo de las naves que existen en la zona para así poder cedérselo al Gobierno de La Rioja que ya tiene dentro de sus presupuestos la realización del proyecto para el centro de Formación Profesional de la ciudad cuya redacción comenzó en el mes de agosto y tiene un plazo previsto de nueve meses. “El anteproyecto estima que para la construcción de las instalaciones se van a invertir un total de 29 millones de euros”, ha dicho. Con la demolición de las naves “damos un empuje a la zona en la que se retirará todo el amianto existente además de las naves que por su deterioro han sido escenario de varios accidentes y de algún incendio en los últimos años”, ha explicado.
Así, la ciudad se hace con un terreno de más de 38.000 metros cuadrados que irá destinado a instalaciones educativas (16.348 metros cuadrados destinados a Formación Profesional) con la creación de varias zonas verdes y un aparcamiento de más de 3.500 metros cuadrados. “La idea es que quede otro espacio con la intención de llevar allí nuevos recursos educativos o ampliar en un futuro los servicios que ofrezca el centro”, ha explicado Garrido. La zona contará con viales, un aparcamiento, espacios verdes y una rotonda.
Una de las apuestas del proyecto es además la recuperación del patrimonio existente en la zona, por eso se rehabilitará y mantendrá como entrada al edificio la fachada de la antigua fábrica de conservas Saba además de la chimenea existente en la zona.
