No ha habido ‘veranillo’, y aunque San Miguel se ha encargado de alejar las nubes durante toda la jornada, a la fiesta del Toro de San Miguel también ha querido sumarse la lluvia en el último momento. Tras una tarde llena de recortes, toros, vacas y mucho público en Rincón de Soto, los miembros de la asociación del Toro de San Miguel han tenido que acelerar el momento de la colocación del manto y el collarón porque las primeras gotas empezaban a caer sobre las calles rinconeras.
Una calles, que después de dos años volvían a acoger una de las fiestas más tradicionales del municipio; sin lugar a dudas la más multitudinaria. Aficionados rinconeros pero también de muchos municipios cercanos, se han acercado de nuevo a ellas para disfrutar de una fiesta con mayúsculas que ha transcurrido sin ningún incidente de interés.
Así, a eso de las siete y cuarto de la tarde, los rinconeros han vuelto a vestir al Toro de San Miguel con el tradicional manto verde y el collarón ayudados por una soga para mantener al animal quieto durante los minutos que dura la colocación de los símbolos del municipios.
La fiesta continua a lo largo de todo el fin de semana con conciertos, comidas de hermandad, más encierros, fuegos artificiales y un buen número de horas para disfrutar de la calle, que parece que el veranillo de San Miguel está a la vuelta de la esquina.
