La Peña Logroño ha entregado, como es tradición cada San Mateo, una de las distinciones más especiales de todas las fiestas: las ‘llaves de oro’ de su chamizo. Pero en esta ocasión, el reconocimiento no ha recaído en ninguna entidad o institución, sino en los hijos de Antonio Martínez Sáenz, propietario del local donde la peña tiene su punto de encuentro.
Dos de los cinco herederos de Martínez Sáenz han sido los encargados de recoger entre lágrimas esta distinción que la peña ha decidido, sin ninguna duda, que este año debían recibir ellos. ¿El motivo? El agradecimiento eterno después de que estos dos años de pandemia, sin subvenciones de por medio y con la crisis a cuestas, los galardonados decidieran bajarles el alquiler del local. “Eso ha salvado prácticamente a la peña”, han reconocido sus representantes.
Además, en el acto, al que también han acudido los vendimiadores, la presidenta del Ejecutivo regional, Concha Andreu, y el alcalde de Logroño, Pablo Hermoso de Mendoza, entre otras personalidades, se ha rendido un sentido homenaje a los peñistas fallecidos durante la pandemia, sobre todo a Pili, “quien murió en los peores momentos del COVID y ni familia ni amigos pudimos despedirla”.
