Ha sido el mejor podcast del año según los premios Ondas. Son guapas, divertidas y están muy de moda, pero a Carolina Iglesias y Victoria Martín, de ‘Estirando el chicle’, les faltaba logroñear. Lo hicieron este año en una gira que les ha hecho recorrer media geografía española y que les ha servido para formarse una opinión propia sobre una de las zonas más conocidas de la capital riojana: los bares de la calle Laurel.
Ahora, que han terminado la gira, se han atrevido a contar las experiencias de las ciudades que han visitado. Una de las más divertidas ha sido la de Logroño. No pudieron resistirse a pasar por la calle gastronómica más famosa del mundo y ellas lo tienen claro: “Es algo así como el Show de Truman”.
Las humoristas se pasaron por allí tras su actuación por el auditorio municipal de Logroño, en el que colgaron el ‘no hay entradas’, y la vivieron en total plenitud. “Esa calle por la que tienes que pasar por quinientas despedidas de solteras”. Ahí, dando en toda la línea de flotación.
Su experiencia en uno de los bares fue cuanto menos curiosa. “Cada plato sabía diferente. Pedimos tres ensaladas iguales y cada una llevaba una cosa”, cuentan. Pero lo más curioso para las protagonistas del podcast fue la forma de actuar de los clientes. “Los prepararon para nosotros, hablaban y eso, pero todo era mentira”.
Caso aparte fue la salsa de frambuesas. “Parecía que había sobrado y nos la pusieron en todos los platos: carne con salsa de frambuesa, macarrones con salsa de frambuesa…”. La sopa de ajo tampoco pareció ser del agrado de las famosas humoristas: “Estaba incomible”. Con lo fácil que habría sido ir a lo seguro con cualquier lugareño. Unas alegrías, unos champis, unas orejas, un ‘agus’, un matrimonio… y si no, que le pregunten a Juan Carrasco.
