La Rioja

El barrio de El Campillo, el “inframundo” de Logroño

El barrio de El Campillo, el “inframundo” de Logroño

Nadie en Logroño se siente extranjero -o por lo menos eso dice la canción-, pero los vecinos del margen izquierda del río casi que lo sienten. Apenas setecientos metros y cuatro puentes, esa es la distancia que separa el barrio de El Campillo del centro de Logroño. Más de 7.000 son los vecinos de  de este barrio, un barrio “olvidado para el resto de logroñeses”, el barrio de “detrás del río”.

El Puente de Piedra, el Puente de Hierro, la Pasarela del Ebro y el Puente de Sagasta, cuatro puntos de inflexión que cruzan el Ebro y conectan El Campillo con el centro de la capital riojana. Aunque más del 90 por ciento de la población de la capital riojana vive “al otro lado del puente”, y precisamente esta es una de las razones de peso del sentimiento de soledad del barrio logroñés.

La falta de infraestructuras en El Campillo es la queja principal de los vecinos del barrio. “No hay una farmacia, ni un colegio público, tampoco un supermercado, ni siquiera un cajero automático donde sacar dinero”, explica Elías Villar, presidente de la Asociación de Vecinos del Norte. Ello dificulta el día a día de los logroñeses del barrio, que deben desplazarse a otros puntos de la ciudad para realizar cualquier “recado” diario.

Además, las obras que se llevaron a cabo en el Puente de Piedra y los cortes al tráfico en el Puente de Hierro dejaron “incomunicados” durante meses al barrio, otra de las quejas más repetidas en las bocas del vecindario. Aunque Elías admite que “el cambio de ruta del autobús urbano 3 ha mejorado mucho la comunicación con el centro”. Un cambio que era muy necesario y demandado por los vecinos. dado que muchas zonas del barrio quedaban lejanas a las paradas del transporte público.

El río Ebro parece ser una “barrera psicológica” para el resto de logroñeses, un barrio que ven lejano ya que “cruzar el río parece cruzar al inframundo”. Entre risas, Elías relata una de las teorías que un buen amigo le explicó un día: “Cruzar el puente parece un símil a la muerte, al cruzar al otro lado de la vida. Nada más lejos de la realidad, es un barrio estupendo”.

La perspectiva cambia con la llegada del verano, una temporada donde el barrio parece tener “más vida que nunca”. Sobre todo durante este verano, que dadas las sucesivas olas de calor, las Norias ha acogido a miles de logroñeses durante los meses de julio y agosto. Además de las piscinas municipales, la Hípica Militar de Logroño y la Casa de las Ciencias también atrae a cientos de visitantes durante el verano. “Es una época muy buena para el barrio, que se llena de vida. Pero la gente viene de paso, sólo ven esa zona y no descubren la esencia de El Campillo”, revindica el presidente de la asociación.

A pesar de esta visión “totalmente equivocada” de esta zona logroñesa, Elías defiende su barrio. “El Ebro es la calle más bonita de Logroño, pero no está integrada en la capital y la vida de los ciudadanos”, explica. Defiende que es un barrio “espectacular”, donde la calidad de vida está asegurada y que, además, cuenta con un montón de espacios abiertos donde disfrutar de la naturaleza. Un barrio perfecto, comenta, donde formar una familia y hacer planes juntos: “Salir a pasear, disfrutar de las vistas y oportunidades del río, hacer deporte y disfrutar del ocio del barrio”.

Un río que une y no separa

Para Elías el río Ebro está muy infravalorado en la mente de los logroñeses. “Es la esencia de la ciudad y el elemento de unión de todos los logroñeses”. Con el objetivo de explotar esta zona de la capital, nace Ebroño, una iniciativa de la Asociación de Vecinos del Norte que pretende impulsar el río como un elemento de unión y no separación. Durante los días 2, 3 y 4 de septiembre, el barrio de El Campillo organizará una decena de actividades que pondrán en valor el río Ebro y las actividades de ocio y deporte.

Un paseo en kayak al atardecer, una yincana por la ribera del Ebro, conciertos en directo y talleres de aprendizaje sobre el entorno del río, las matemáticas y la química. Estas son algunas de las actividades que realizará Ebroño, donde “cualquiera que quiera disfrutar sobre el Ebro puede venir a ‘gozar'”. La Asociación de Vecinos del Ebro trabaja en Ebroño con el fin de su activación y su aprovechamiento: “Tenemos que mimar más nuestro río, que llena de esencia y magia Logroño”.

Actividad de paseo en piragua impulsada por Ebroño / Foto: Elías Villar

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