La Rioja atesora reliquias históricas de gran interés cultural. Entre ellas, Nájera, una ciudad singular, que reúne elementos que datan desde la época prehistórica, pasando por el gran reino de Nájera-Pamplona hasta la actualidad.
Cuevas, un asombroso monasterio, un museo emblemático y un alcázar histórico. Todo ello bañado por el río Najerilla que pone nombre a este municipio riojano, una de las cabeceras de comarca más importantes de la comunidad.
Monasterio de Santa María la Real
Cuenta la leyenda que el rey Don García Sánchez III ‘el de Nájera’, estando de cacería, persiguió a su presa hasta una cueva donde encontró una misteriosa imagen de la Virgen. Junto a ella, un jarrón de azucenas, una campana y una lámpara. Tiempo más tarde, el rey reconquistó Calahorra de los musulmanes y junto a su esposa Doña Estefanía de Foix mandó construir el monasterio en 1052 como una ofrenda a la Virgen que le había ayudado.
Este monasterio es uno de los lugares más emblemáticos de La Rioja, que refleja la historia de esta zona durante época medieval. Bajo sepulcro se encuentran los reyes e infantes del reino de Nájera-Pamplona, antecesor del reino de Navarra.
Las magníficas cuevas najerinas
Nájera esconde grandes secretos y uno de ellos es este asombroso recorrido rupestre sobre las cuevas najerinas. El cerro del Castillo aguarda una de las reliquias más reconocidas de la región, un espacio lleno de historia de la ciudad de Nájera. Existen dos espacios de cuevas: las de El Castillo y Las Siete Cuevas.
Allá por los siglos X y XI, los najerinos utilizaron estas cuevas como lugar donde protegerse en los momentos de peligro, frente a ejércitos extranjeros y saqueadores. Excavadas a mano, cuentan con habitaciones escalonadas a cinco alturas.

Foto: Nájera Turismo
Este recorrido rupestre se mantuvo cerrado durante más de veinte años para garantizar su conservación. Actualmente las magníficas cuevas se encuentran abiertas al público, aunque con un número reducido de visitantes dadas las características limitadas del espacio.
Alcázar
Siguiendo con el gran patrimonio geológico e histórico que atesora Nájera, el Alcázar se encuentra ‘a tiro de piedra’ del caso antiguo del municipio. Además de defensa, estos muros sirvieron como residencia real y palacio ducal. Aunque las primeras referencias sobre este monumento se recogen en el Fuero de Nájera en 1020.
Foto: Twitter Nájera Turismo
En estas ya ‘ruinas’ se realizaron excavaciones arqueológicas que se iniciaron en 2002, donde se recogieron muestras de potentes muros de sillería medievales, una escalinata, restos del palacio de los duques de Nájera, y azulejos mozárabes que se conservan en el Museo Najerillense.
Museo Najerillense
Es el edificio que más transformaciones ha tenido de la comarca. El actual museo formó parte del Monasterio; más tarde, pasó a ser una botica; y a mitad del siglo XX se convirtió en la cárcel del Partido Judicial de Nájera. De este último escenario son testigo las paredes y puertas del museo, que guardan grabados de los presos.

Foto: Twitter Nájera Turismo
El Museo tal y como lo conocemos ahora abrió sus puertas en 2001, donde se exponen diferentes colecciones de Arqueología, Etnografía y Arte. Piezas paleolíticas, cerámicas celtíberas, moldes roanos, azulejos mudéjares… Un sinfín de piezas que destacan el patrimonio histórico najerino.
De paseo por Malpica
Con la ruta por este monte, llegarás a unas visitas espectaculares de Nájera y alrededores. Un paseo perfecto para realizarlo junto a familia o amigos, dada la poca dificultad de la ruta.
Además este monte también tiene mucha historia. Justo aquí se ubicó desde el siglo XII el castillo de los judíos de Nájera, aunque alcanzó su mayor esplendor en el siglo XIV. La fortificación gozaba de autonomía y mantenía conexión con el río Najerilla.

Foto: Twitter Nájera Turismo
Aguardando el monte se encontraban las murallas, que abarcaban desde el Castillo y el Alcázar najerinos hasta la propia ciudad. Además, las murallas servían para contener las aguas del Najerilla.
*Contenido especial para La Rioja Turismo