César Caneda lleva a gala ser el futbolista español con más partidos a sus espaldas en la historia del deporte rey nacional. Nada menos que 26 temporadas contemplan a un defensa de raza, con una genética privilegiada y unos hábitos de trabajo ejemplares a sus 44 años. No es de extrañar, por tanto, que el central vitoriano haya protagonizado este sábado un hecho insólito: enfrentarse a su propio hijo sobre el terreno de juego.
Ha ocurrido en el encuentro con el que su equipo, la Sociedad Deportiva Logroñés, ha cerrado la pretemporada. Un duelo que ha acabado en empate (1-1) contra el filial del Alavés, donde inicia su trayectoria el joven Aritz, de 19 primaveras. A buen seguro el orgullo de padre e hijo es recíproco: el del progenitor por ver ante sí a un futbolista en ciernes y el del joven por tener en frente al mejor espejo en el que reflejarse.