Tomar la decisión de consultar al psicólogo o plantearse iniciar una terapia no es fácil para la mayoría de personas. Implica aceptar que tenemos algún problema que no podemos resolver o una decisión que no podemos afrontar, o algo de nosotros mismos que desearíamos cambiar pero que no sabemos cómo hacerlo. Es el primer paso para lo que Carmen Cartroviejo, psicóloga y fundadora del centro Apóyate llama “ocuparte del problema”.
“Cuando un problema dura más de seis meses y no lo puedes resolver por ti mismo es el momento de enfocarlo de otra manera; preocuparte por ello no ayuda, pero ocuparte de ello sí, y una vez que uno toma la decisión ya se está ocupando del problema”, explica.
Para todas esas personas nació ‘Apóyate’ un centro con años de experiencia que cada vez va adquiriendo más servicios y que ofrecen una atención completa a cualquier tipo de persona: tenga la edad que tenga, tenga el problema que tenga, necesite la solución que necesite.
Desde sus inicios, parte de la base del centro fue ofrecer recursos a las familias de chicos en edades infantiles y juveniles y colaborar con sus familias en su proceso de desarrollo con un apoyo psicológico hecho a medida, para cada una de las necesidades, para cada uno de los chavales. Así, el centro ofrece recursos para colaborar con los más jóvenes en su apoyo psicopedagógico. Se trabaja con ellos en la organización y planificación de rutinas, tareas y estudio, la preparación de exámenes, con técnicas de memorización.
También se refuerza su autonomía de cara a los estudios, y se persigue la adquisición de responsabilidad en cuanto al cumplimiento de obligaciones. La idea es darles confianza y seguridad y lo hacen trabajando con las propias materias con las que trabajan en clase para que puedan interiorizar los aprendizajes. “Sus decisiones van a marcar su futuro profesional” dice Carmen a la que le avala la experiencia de estar encontrando resultados muy satisfactorios entre ellos.
Saliendo de entorno adadémico, también en Apóyate se realiza terapia con niños. Desde allí se intenta trabajar con ellos diferentes situaciones en las que se pueden encontrar en esta etapa como problemas con diferentes alimentos (negación a probar diferentes alimentos o dificultad para el paso a sólidos), alteraciones del sueño (dificultad para dormir solo o pesadillas y sueños nocturnos), ayudar en el control de esfínteres, sus manía, sus miedos, las temibles rabietas, el cumplimiento de límites y normas, la hiperactividad o incluso trastornos emocionales como problemas de autoestima, dificultades para relacionarse con otros niños, celos, dependencias, sentimientos enfrentados durante la separación de los padres…
Con ellos hasta que son adultos
Los jóvenes también son protagonistas en el centro Apóyate. “La adolescencia es la etapa que marca el proceso de transformación del niño en adulto”, comenta Carmen que está convencida de que se trata de un momento crucial de sus vidas en el que hay que estar muy pendientes para apoyarlos en todo su desarrollo.
En Apóyate se tratan los trastornos más frecuentes en este periodo. ¿Quién no se ha encontrado con conflictos en el entorno familiar que parecen imposible solucionar? Ahí entra ella. “Hay veces que hay dificultad para hablar, para llegar a acuerdos, no aceptan las normas establecidas en casa…”.
También está a su lado en problemas con el rendimiento escolar, si hay dificultades para hacer y mantener amistades… incluso para decir no. Por otro lado también trata problemas más complicados como las adicciones a sustancias o a las nuevas tecnologías y se introduce en el adolescente para intentar ayudar en situaciones de baja autoestima, problemas relacionados con la comida, estrés, ansiedad, depresión, impulsividad, falta de control o conductas delictivas como robos, agresiones, violencia en el entorno familiar…
Ser feliz también se entrena
Y con los adultos Apóyate se encarga de conseguir que las personas sean realmente felices. Hay veces que nos cuesta tomar decisiones, que evitamos hacer frente a los problemas, que nos proponemos metas y no somos capaces de iniciar el camino para lograrlas. Incluso hay veces que no nos gusta ni nuestra propia vida. “En esos casos es el momento de dar el paso”, explica Carmen.
Los adultos también tienen un espacio en los servicios de Apóyate porque cuidar de la salud mental es conveniente a cualquier edad. Así en las terapias se trata cualquier tipo de dificultad: las personales, los problemas emocionales, las adicciones, situaciones como la depresión, la ansiedad, el manejo del estrés, el control de los impulsos o simplemente no tener planes de futuro o estar triste. Porque tal y como dice Carmen “ser feliz también se entrena”.