La Rioja

A pie, sobre ruedas, volando o pasado por agua: maneras de descubrir y disfrutar La Rioja

Un paseo por La Rioja es un auténtico regalo para los sentidos. En cualquier momento, en cualquier lugar y de cualquier forma. Paisajes, colores y secretos que hacen de cada experiencia toda una sorpresa natural.

El simple placer de caminar por la región es uno de los planes preferidos de turistas y autóctonos, que escogen el senderismo como forma de entrar en contacto con la historia, la cultura, la tradición y por supuesto la naturaleza de la tierra. Una actividad para todos los públicos donde puede recorrerse, por ejemplo, la Vía Romana del Iregua. Un camino que utilizaron los romanos para comunicar el puerto fluvial de Vareia (Varea) y la histórica Numancia; o también puedes adentrarte en el Valle del Oja con salida desde Ezcaray, y pasar por Posadas, Valgañón, Ojacastro siempre acompañado por un guía de montaña.

Jardín Botánico

Pero en La Rioja se puede dar un paso más allá: caminar descalzo por su jardín botánico, una opción única en el mundo. Un auténtico remanso de paz en cuarenta mil metros cuadrados donde conviven unas dos mil especies de plantas. Bonsais, rosaledas, un jardín vertical, encinas, sauces, secuoyas, plantas carnívoras, girasoles, estatuas de Buda y un gran etcétera rodean pequeños estanques que sirven de hogar a tortugas y peces.

Sobre ruedas

La bicicleta es otra opción para disfrutar del paisaje. Rutas para todos los gustos y exigencias como la que discurre por La Rioja Alta: 30 kilómetros, tres horas aproximadamente y un recorrido que parte de Haro para atravesar la Huerta Tradicional de San Millán y llegar a Briones, San Vicente de la Sonsierra y Briñas.

Otra más corta, de 24 kilómetros, es la que transita por Los Sotos de Alfaro; también el sendero que comienza junto al Balneario de La Albotea y recorre el Camino Verde del Alhama; o la ruta que te acerca a los monasterios riojanos de Santa María La Real de Nájera, Suso y Yuso y Santa María de San Salvador en Cañas.

Si prefieres que el aire te de en la cara y te gusta la adrenalina de recorrer sinuosas carreteras mientras descubres la diversidad natural de sierras, valles, cañones y cascadas, La Ruta de los Tres Valles es tu mejor opción.

Recorre las riberas de los ríos Najerilla, Iregua y Leza encima de tu moto a través de más de 180 kilómetros, 1.303 curvas, y atravesando hasta 29 municipios de La Rioja. El trazado permite apreciar parajes naturales como Sierra Cebollera (Villoslada de Cameros), el mirador del Cañón de Río Leza (Soto en Cameros), las Dolinas de Zenzano (Lagunilla del Jubera), los hayedos de Tobía o las cuevas de Ortigosa de Cameros.

En el agua

Pero no solo de senderismo, acampada y bicicleta vive el hombre. Los deportes y el entretenimiento acuático se han convertido en uno de los mayores reclamos de la región gracias a la posibilidad de hacer turismo y conocer otros lugares diversión mediante. Entre las actividades estrellas pasadas por agua con las que cuenta La Rioja está el rafting.

Rafting Rioja y Moscaventur organizan rutas en zonas como el Cañón del Leza, el Valle del Iregua o la ribera del Ebro y combina además esta especialidad con el famoso ‘river tubing’, el descenso por aguas bravas en ‘flotador’ donde toda la familia disfruta. Además, paseos en kayak, piragüismo o canocraft. Deporte y aventura garantizados.

Y no podemos pasar por alto otro de los reclamos por excelencia de La Rioja: el Club Náutico ‘El Rasillo’, un auténtico paraíso acuático. Ubicado en el embalse González Lacasa, rodeado de extensos pinares, a mil metros de altitud y en pleno valle alto del Iregua, el calor se hace mucho más llevadero dándose un baño o poniéndose en contacto con el medio a través de los hidropedales.

Una vez entrado en situación, llega la hora de practicar algo de deporte subido a las piraguas individuales o dobles que se pueden convertir en triples acoplándoles un pequeño asiento para los más pequeños de la familia. Y si el cuerpo te pide más, prueba tu equilibrio desplazándote por el agua de pie encima de una tabla practicando SUP, un deporte llegado desde Hawai.

Por el aire

Si el vértigo no va contigo, ¿por qué no acercarse al cielo riojano y ver con más perspectiva la tierra con nombre de vino? Viñas, campos de trigo, árboles, el río Ebro, la sierra de Cantabria… no son lo mismo vistos desde arriba. El globo aerostático es una opción. Si Willy Fog dio la vuelta al mundo en 80 días y utilizó un globo para conseguirlo, nosotros no vamos a ser menos.

Desde la barquilla podrás disfrutar de la paz y tranquilidad del que navega dentro del viento, admirando los maravillosos paisajes riojanos y viviendo una experiencia inolvidable gracias a Globos Arcoiris. El despeinado está asegurado.

¿Quieres volar? En La Rioja también puedes a través del paratrike. No importa tu edad, ni condición física, ni siquiera necesitas haber realizado ningún curso, solo montarte en un carro en el que se ha acoplado un potente motor -un parapente biplaza- y despegar. La comunidad a vista de pájaro, con una visión de 180º, sin ninguna ventanilla ni mampara que impida que disfrutes del paisaje.

Y desde el aeródromo de San Torcuato, además de poder convertir tu sueño de pilotar en realidad a través de varios cursos de la escuela Aerorioja, descubrirás la magia de volar. Vuelos de mínimo 30 minutos y varias rutas: Haro y su comarca, desde el valle hasta Ezcaray, Santo Domingo de la Calzada o San Millán de la Cogolla. Muchas maravillas juntas vistas de otra forma.

*Contenido especial para La Rioja Turismo

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