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El tobogán de la masa social de la UD Logroñés

Foto: Eduardo del Campo

La grada es el alma de un club y la UD Logroñés no es una excepción. Sin sus socios y aficionados, la entidad no podría existir. A lo largo de sus trece años de historia, la afición ha apoyado en diferente número al equipo. De la ilusión del comienzo a unos años difíciles. Y de ahí, una nueva subida que se ha mantenido durante las últimas temporadas. En el camino, varios playoff frustrados, un ascenso en medio de una pandemia, un paso fugaz por la Segunda División y una última temporada en Primera RFEF.

La cuenta ‘UD Logroñés Stats’ elaboró durante el verano pasado un ranking de abonados durante la historia del club. Por ahora, ninguna cifra supera a la temporada inaugural. La ilusión despertada por el nuevo proyecto de Félix Revuelta atrajo 6.237 socios a Las Gaunas en la temporada 2009/10. Progresivamente, la cifra cayó en las siguientes campañas. 4.452 en la 2010/11, 3.622 en la 2011/12, 2.367 en la 2012/13 y 1.910 en la 2013/14, la mínima cifra registrada hasta la fecha. Por aquella época, el club no había conseguido todavía jugar un playoff.

En 2014, la tendencia empezó a cambiar, con 2.444 socios y una temporada que finalizó con la primera promoción de ascenso de la historia del club y el Huracanazo. La confianza aumentó en la 2015-16 (3.232), donde el equipo llegó a la segunda ronda del playoff. A pesar de un pequeño bajón en la 16/17 (2.951), la cantidad volvió a superar los tres mil en la 17/18 (3.311) y también en la 18/19 (3.497). Ese último curso trajo una nueva promoción y vio por primera vez a más de 10.000 personas en Las Gaunas, en la eliminación frente al Hércules.

Con la ilusión generada, la temporada 19/20 superó por primera vez los 4.000 abonados en las gradas. Aquel equipo, con los Ander Vitoria, Olaetxea, Iñaki, Andy o Caneda; iba camino de hacer magia en la categoría. 28 jornadas de competición, 62 puntos, líder con trece de ventaja sobre el segundo. Al Municipal acostumbraban a acudir más de 6.000 personas, porque el equipo no solo ganaba. También divertía. Y eso en Segunda B era casi imposible. Pero de repente, la pandemia del coronavirus lo interrumpió todo…

FOTO: Edu del Campo.

Al final, la temporada también acabó en ascenso. Fue una noche del 18 al 19 de julio, en Málaga y frente el Castellón. Sin público en el estadio por la pandemia, la afición celebró (con mesura) en las calles un logro histórico. Hacía veinte años que un equipo riojano no alcanzaba el fútbol profesional. Sin embargo, debido a las restricciones impuestas por la LFP; ningún aficionado pudo disfrutar de un solo minuto de Segunda División. Y tras una larga agonía, llegó el descenso a Primera RFEF. Otra vez el tercer nivel del fútbol español…

Pero la bajada de categoría supuso el regreso de los aficionados a los campos de fútbol. Y la respuesta fue llamativa, con 4.600 socios y muchas ganas de volver a ver fútbol. De hecho, la marca de abonados fue la segunda mejor de la historia del club, solamente por detrás de la temporada inaugural.

Ya son 2.000 socios en la 2022-23

En esta temporada, la UD Logroñés anunció que había llegado a los 2.000 socios. Faltan dos semanas y media para que inicie la temporada, así que esta cifra aumentará de cara al inicio de la liga.

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