El Rioja

La vendimia 2022 ya está aquí

Esta madrugadora campaña moviliza ya las máquinas en Viñedos de Aldeanueva

Cambio de planes. Adelanto de vacaciones. Reorganización y concentración. El punto exacto de maduración en las uvas está llamando a la puerta y toca apresurarse a abrir las prensas de recepción casi una semana antes de lo esperado, 15 días respecto a la campaña anterior. “Revolución” es lo que se vive estos días en las bodegas de Rioja Oriental porque el grado alcohólico está en el momento óptimo.

“No podíamos arriesgarnos a esperar a la semana que viene, aunque teníamos todo listo para comenzar a vendimiar el día 16, después de la Virgen”, asegura Abel Torres desde la Cooperativa Viñedos de Aldeanueva. Ya tienen graduaciones de 12,3 y 12,5 en el tempranillo blanco, así que a las 6 de la madrugada se da por inaugurada la vendimia 2022. Una vendimia que un año más será nocturna y dirigida, es decir, guiando a los proveedores de uva qué fincas recoger y cuáles no.

Todo medido para asegurarse la calidad esperada: “Si hubiéramos esperado una semana más, nos jugaríamos obtener la frescura y la carga aromática que queremos para nuestros blancos en algo más de medio millón de kilos, perdiendo por tanto ese equilibrio. La acidez y el pH nos dicen que toca arrancar las máquinas ya”.

En estos días previos los muestreos de inicio han ocupado la mayor parte del tiempo de los técnicos. Han sido esos controles los que han determinado el cambio de agenda en esta bodega que tiene por delante casi dos meses de frenética actividad. La idea es vendimiar durante tres días los tempranillos blancos más maduros y, a partir del 16 de agosto, aquellos de zonas más altas y los verdejos más adelantados, ya que la viura aún viene algo más tardía.

FOTO: EFE/Raquel Manzanares.

La sanidad viene asegurada, a menos que unas tormentas en plena recolección altere la tranquilidad del sector como ya ocurrió el año pasado a principios de septiembre. “Aunque no fue tan mal como esperábamos, porque luego dejaron vinos más atlánticos de lo que estamos acostumbrados y con más fruta. Es más, no vendría nada mal que el cielo arrojase algo de lluvia en el campo”, asegura Torres.

Y como ya estaba previsto, hay merma de producción. En Viñedos de Aldeanueva gestionan prácticamente el cien por cien del viñedo con riego por goteo, lo que ha permitido guardar la calma y el equilibrio en la planta ante las diferentes olas de calor que se vienen sucediendo desde mayo, la última la pasada semana. “Los blancos los regamos cada 15 o 20 días para mantener esa vegetación y frescura, pero creemos incluso que es insuficiente porque ya hemos visto alguna hoja con síntomas de la sequía. Habrá que ver cómo se desarrolla la vendimia con el tiempo que está por venir”.

Y, evidentemente, con calor y agua, la cepa aflora. Pero Torres recalca que este adelanto de la cosecha no es exagerado: “Estamos hablando de la tempranillo blanco, una de las variedades que tiene un ciclo mas corto”. Y si las blancas se adelantan, las tintas seguirán el mismo recorrido. “Probablemente a los diez o quince días se comience con el tempranillo tinto por lo que se está viendo en campo”, estima el director técnico del Consejo Regulador de la DOCa Rioja, Pablo Franco, que asegura que será una vendimia larga, “como la del año pasado que se prolongó hasta noviembre”.

A pesar de esas altas temperaturas que han dejado durante este verano imágenes de racimos quemados y hojas en el suelo por el exceso de sequía, las reservas hídricas de la planta eran altas tras las lluvias de noviembre y marzo, que les han permitido resistir. Además, esta última ola de calor de hace una semana ha sido diferente: “Ha soplado viento del cierzo y ha habido alguna precipitación a primera hora de la mañana, lo que ha permitido refrigerar los viñedos mostrando así una mejor cara. Aunque también se han sentido nervios en el sector ante el riesgo de que esa lluvia llegara acompañada de granizo”.

Cierto es, remarca Franco, que “el viñedo ha logrado superar estas olas de calor gracias a que contaba con un menor vigor, por lo que la demanda de agua no es tan intensa como en años en los que viene una abundante cosecha”. Y puntualiza también: “Esta sequía ha afectado de diferente forma a unas zonas y otras porque no todas cuentan con un sistema de riego. Ha sido especialmente en Rioja Oriental donde se une una mayor disponibilidad hídrica con esas altas temperaturas, que es lo que ha propiciado esa aceleración en la maduración. Pero la entrada en vendimia se está haciendo con equilibrio”.

Aunque la merma sea algo evidente, no se puede estimar un porcentaje de perdida. Los técnicos del Consejo realizarán, a lo largo de este mes, un ejercicio de estimación de producción, pero ya han apreciado que la fertilidad ha sido menor y que los racimos tienen uvas más sueltas. “Así que la cosecha será moderada, pero todavía no se puede estimar cuánto”.

Ahora la atención se posa en estudiar cómo y cuánto va a crecer la uva teniendo en cuenta las condiciones de maduración que va a haber para lograr ese equilibrio entre maduración alcohólica y fenólica. Y es que una prolongación de estas altas temperaturas podrá deshidratar aún más la planta y aumentar la concentración de azúcares.

Subir