La Rioja

Manos arriba, vuelve el pan y queso

Quel recupera su fiesta del ‘paniqueso’ con cerca de 3.000 personas

En Quel había unas ganas inmensas por volver a vivir la fiesta del ‘paniqueso’, como es habitual: saltando al pie de la ermita buscando alcanzar el bollo de pan y el pedazo de queso. Y así ha sido después de dos años de tener que entregarlos en mano para evitar aglomeraciones en tiempos de COVID.

Alrededor de 3.000 personas se han congregado este sábado en la campa de la Ermita de Quel, de cuyo balcón se han lanzado 2.800 bollos de pan y 60 kilos de queso, como si de una lluvia se tratara, en una tradición que se ha revivido en toda su esencia.

Bien temprano, los vecinos de la localidad han subido en procesión hasta la ermita, tras cuya eucaristía, la lectura de la carta fundacional y el tradicional almuerzo de los cofrades se ha procedido al lanzamiento de las tortas y el queso.

Niños y mayores, de Quel y de otros municipios no han querido faltar a la cita y, entre la multitud, han saltado durante casi una hora para recoger el pan y el queso, algunos con más suerte que otros.

El mayordomo de la Cofradía, Antonio Martínez, ha explicado la historia de la que proviene la fiesta y que tiene su origen en 1479, cuando la población de Quel quedó mermada por una epidemia de peste a la que sólo sobrevivieron 17 de sus 50 habitantes y “el pueblo estaba a punto de desaparecer”.

Los vecinos se creyeron castigados por sus pecados, por lo que decidieron pedir perdón y acabar así con la peste, para lo que salieron en procesión desde la Iglesia Mayor de la localidad hasta la ermita, cruzando en su recorrido todo el pueblo e incluso bordeando la orilla del río Cidacos.

Con ellos, llevaron trece candelas, conocidas también como hachas, en honor a once santos de la zona, a la Virgen María (representada en Quel por la Virgen de la Antigua) y al Santo Cristo.

Las velas fueron consumiéndose, pero aquellas dedicadas a la Virgen y a Jesucristo resistieron más que las demás, “tanto como lo que cuesta subir y bajar a Arnedo”, dice la carta fundacional; un hecho que los vecinos consideraron milagroso pues las trece velas eran todas iguales en tamaño.

Tras la celebración de la procesión, la mortandad por peste en la Villa de Quel cesó y los vecinos atribuyeron este hecho a un milagro divino.

En agradecimiento, decidieron fundar una Cofradía y hermandad (de la Transfiguración del Señor, conocida popular mente como ‘Del Pan y Queso’) con trece miembros, uno por candela, y acordaron mantener la tradición de la procesión, en la que se saca a la Virgen de la Antigua.

Esta celebración se ha mantenido casi intacta durante más de cinco siglos y los vecinos de Quel ha cumplido con esta fiesta desde 1479 hasta la actualidad, salvo el cambio de formato habido por la pandemia, en lo que es una de las tradiciones más antiguas de España, con más de 500 años de antigüedad.

Este año ha habido una novedad. Los niños que han realizado la primera comunión han sido los primeros en subir a la balconada de la ermita y conocer de la mano del Mayordomo la historia de la fiesta y el tradicional almuerzo que consta de pan, queso, pimiento, vino y bolsos (una especie de azúcar de gran tamaño que se disuelve en el vino).

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