La Rioja

Holika se deja notar también en la economía local

El festival Holika para Calahorra está siendo mucho más que música y buen ambiente en el entorno del parque del Cidacos. La ciudad es, desde el pasado miércoles, un continuo ir y venir de jóvenes que buscan en la ciudad un refugio donde pasar algunas de sus horas de asueto entre concierto y concierto y encontrar todo aquello que necesitan en su estancia. La llegada de más de diecisiete mil personas al municipio ha cambiado el ritmo de este y son muchos los negocios que están viendo como la repercusión del festival se nota en sus ventas.

Eli, del bar Saxon, es una de las que primero ha notado la llegada de los chavales a la ciudad. El establecimiento es el más cercano al recinto y eso se aprecia. “Ayer terminamos tardísimo de preparar cenas para muchos de los jóvenes que estaban en el festival y esta mañana a las seis ya estábamos abiertos otra vez. Está siendo un trajín, pero da mucho gusto ver la ciudad así”, comenta mientras trae más pan para preparar los bocatas que ya a primer hora de la mañana requieren los asistentes al festival.

Y es que aunque la noche fue larga, la mañana de este viernes ha empezado temprano en Calahorra. “Ayer fue un auténtico ‘boom’ a determinadas horas, mientras que hoy van acudiendo más poquito a poco porque se nota que la noche fue larga”, apunta Jesús, del Bar Oasis. “Quiero destacar la educación y el saber estar de todos los chavales que se acercan. Es verdad que no esperábamos que viniesen tantos a la ciudad como están viniendo, pero todos se están comportando de maravilla”.

En sus dos establecimientos del paseo del Mercadal han creado una oferta para los ‘holikers’ estos días. “Si vienen a por un bocata para llevar, les regalamos el refresco”, añade mientras recoge una de las mesas donde algunos se han tomado unos desayunos para empezar bien la jornada. Además, han habilitado enchufes para que los chavales puedan recargar sus móviles.

Y es que una parte del comercio local se está desviviendo porque la experiencia de los jóvenes en la ciudad sea lo mejor posible. De lencería Muro sale una cuadrilla a media mañana. “¿Han venido a comprar bañadores?”. “Qué va, es una cuadrilla que nos preguntó si podían recargar aquí sus móviles y les hemos dicho que no había ningún problema, hoy como han madrugado menos sólo lo han podido cargar media hora porque ya cerramos”, cuenta Inma.

Y si unos y otros están viendo a los chavales ir y venir por Calahorra, uno de los puntos más visitados son los supermercados, buscando ahorrar unos céntimos. Bolsas de hielos, comida preparada, garrafas de agua… todo les viene bien. “Hoy un comercio de la ciudad ha echo el agosto con las mantas”, contaba un vecino explicando que “como la noche ha sido fría y se espera que también sea la de este viernes, la gente ha comprado un montón”.

Y es que prácticamente todo el mundo está viendo de una forma u otra en sus negocios a los asistentes al evento. “Pasan por aquí hacia el Mercadona y se paran algunas cuadrillas a comprar algo de picar. No es tanto para lo que vemos pasar, pero menos es nada”, comenta la dependienta del establecimiento.

Y uno de los grandes calagurritanos también ha notado la asistencia masiva de público. Pepe ‘Chuletón’ para su moto en la puerta de un bar: “Es una auténtica maravilla como está el municipio, lleno de gente joven. Nosotros en algunos de los bares a los que servimos estamos notando un incremento muy importante”. Incluso algunos restaurantes de comida rápida de la ciudad han tenido que duplicar sus turnos. “Algunos se quejan, pero estas cosas son las que le tienen que pasar a esta ciudad”, asegura.

David, de ‘El Rincón Andaluz’, ha pedido solicitud este fin de semana para sacar una barra a la calle. “No sabíamos si iba a subir mucha gente o no porque como parecía que allí había de todo, pero sí que están subiendo muchos, entre los chavales y el personal que trabaja estos días en la ciudad”. El jueves prepararon bocadillos para más de cuarenta guardias civiles.

Además, no todo es repercusión económica, también la hay en visibilidad para la ciudad. Los artistas y sus acompañantes tienen millones de seguidores en redes que ya saben poner Calahorra en un mapa. Un ejemplo perfecto el de este mismo viernes, cuando la artista Emilia Mernes ha subido una historia a su cuenta de Instagram. “Yendo a Calahorra”, publicaba. Tiene 5,9 millones de seguidores. Casi nada.

Mientras, los hoteles, ya no sólo de Calahorra sino de toda la zona (el hotel Aurea de Logroño, por ejemplo, tiene 23 habitaciones ocupadas por artistas del festival), están con prácticamente todas las habitaciones ocupadas. Y es que Holika está siendo un revulsivo para la ciudad desde el miércoles que empezaron a llegar los primeros ‘holikers.

“¿Y esto para cuantos años está previsto?”, es la pregunta más frecuente estos días al ver la repercusión que está teniendo en el municipio. La respuesta es sencilla: el contrato con el Ayuntamiento aunque era para cuatro ediciones concluye en 2023. Mientras tanto, a seguir disfrutando de la música y de lo que el festival deje en la ciudad.

Subir