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‘Informe Primera RFEF’: los riojanos, entre históricos, filiales y nuevos ricos

Los equipos riojanos (UD Logroñés, CD Calahorra y SD Logroñés) han quedado encuadrados junto al País Vasco, Navarra, Soria, Cataluña, Comunidad Valenciana, Islas Baleares y Región de Murcia en lo que será el Grupo II de la Primera RFEF 2022-23. Han pasado trece temporadas para que los riojanos vuelvan a mirar al Mediterráneo, como ocurrió en su primera participación oficial en la categoría, en el año 2009.

Será un grupo exigente, igualado y lleno de conjuntos muy poderosos, con 38 jornadas ligueras, más una promoción de ascenso con dos partidos a ida y vuelta. El cambio de panorama es completo para los riojanos, puesto que solo repiten sus otros dos ‘paisanos’, el Real Unión y el Bilbao Athletic. Por tanto, 15 oponentes serán nuevos. Así serán los rivales de una liga por todo lo alto.

Bilbao Athletic: todo un clásico del tercer nivel del fútbol español, concluyó la pasada temporada en la decimoquinta posición. Sin abandonar su especial filosofía, su misión es formar jugadores para el primer equipo. A la espera de las elecciones en el Athletic Club, el equipo todavía no tiene técnico. Talento no falta, con futbolistas como Artola, Ewan o Nico Serrano. Cuentan con bastantes bajas este verano, algo no tan habitual. En función de la camada, pueden estar arriba.

Atlético Baleares: el club presidido por el alemán Ingo Volckmann ha apostado fuerte en las últimas campañas por volver a Segunda (no está desde la 62-63). Sin embargo, no jugó playoff la temporada pasada, al ser sexto. La entidad comienza ahora un proceso nuevo, con Jordi Roger en el banquillo y un presupuesto superior a los 2 millones. Sus socios superaron los 2.000 y juega en el Estadio Balear.

Partido de Copa entre el Calahorra y el Baleares

CA Osasuna B: el filial rojillo logró el ascenso directo desde Segunda RFEF y vuelve a cruzarse con La Rioja. El técnico Santi Castillejo continúa al mando, con mucha continuidad en la plantilla y planificación en las renovaciones. El mediocentro Aimar Oroz ha renovado hasta 2026 o Pablo Ibáñez (2024). Joel Rodríguez fue su pichichi la temporada pasada (13 tantos) y la competitividad está asegurada en los de Tajonar.

CD Alcoyano: dirigido por Toni Justicia, la entidad clasificó en undécimo lugar en la pasada temporada, después de un final de temporada bastante irregular. El conjunto de El Collao, famoso por su ‘moral’ y la eliminación copera al Real Madrid. Su entrenador, Vicente Parras, no está confirmado para el próximo curso y los impagos continúan amenazando la estabilidad del club, con una plantilla que se renovará al completo. El club contará con en torno al millón de presupuesto y su base de apoyo suele situarse en los 1.500 aficionados.

CD Castellón: presidido por Vicente Montesinos, todo un histórico del fútbol español está en venta al cumplir su centenario. Un riojano, Erik Alonso, se postula como uno de los candidatos a la propiedad. Los orelluts pueden presumir de afición, sumando 13.000 abonados en la temporada pasada. Castalia se viste de gala, sea en la categoría que sea. Pese a venir desde Segunda, no disputó el playoff y Sergi Escobar renunció al banquillo. Incertidumbre. Su presupuesto se situará en torno a los dos millones de euros.

Foto: CD Castellón

CD Eldense:: convertido en SAD en 2022, el Eldense acaba de ascender desde Segunda RFEF. Y apunta a volver por todo lo alto, con un presupuesto superior a los 3 millones. La entidad ha pasado por momentos convulsos, con una junta gestora y un escándalo de amaños. Ahora, con Pascual Pérez como presidente y José Juan Romero en el banquillo, espera ser lo más competitivo posible. El Nuevo Pepico Amat quiere soñar.

CD Numancia: recién ascendidos desde Segunda RFEF, los sorianos aspiran a volver al fútbol profesional en poco tiempo. El ecuatoriano Santiago Morales se convirtió en presidente durante 2021 y el riojano Diego Martínez, su entrenador. Pese a ser recién llegados a la categoría, el bloque de Los Pajaritos pretende ser muy competitivo. La seriedad y la exigencia de esta entidad son muy altas. Su presupuesto aumentará considerablemente respecto al casi millón de la pasada temporada, cuando se alcanzaron los 2.500 abonados.

CE Sabadell: pese a descender de la división de plata, los catalanes tampoco disputaron el playoff de ascenso en la pasada temporada. Presidido por Esteve Calzada desde 2018 y con 118 años de historia, es una de las instituciones con más solera del fútbol español. Su entrenador Pedro Munitis finaliza contrato en junio. El club juega en la Nova Creu Alta y es uno de los aspirantes al ascenso. Su presupuesto también puede superar los 3 millones y sus abonados en la pasada campaña superan los 5.000.

La Nucía: los alicantinos también son recién ascendidos desde Segunda RFEF. Fundado en 1995, el club ha sufrido algunos cambios. George Mobayed se hizo con el mando en 2021, en un proyecto con el ex atlético Antonio López implicado y la intención de conectar a jugadores estadounidenses con España. En el terreno deportivo, César Ferrando ocupa el banquillo. A priori, es uno de los equipos más humildes del grupo, con una masa social bastante inferior a los referentes.

FC Barcelona B: La Masía es una de las mejores canteras de España y el escaparate que proporciona no es comparable. Los azulgrana siempre figuran entre los máximos favoritos. La plantilla entrenada por Sergi Barjuan es una de las top de Primera RFEF. Nombres como Abde, Ilias o Balde, con minutos ya en el fútbol profesional, jalonan una plantilla repleta de calidad y gusto por el ‘tiki-taka’. Los barcelonistas fueron novenos durante la pasada temporada y juegan en el Johan Cruyff.

Foto: Barcelona B

Gimnástic de Tarragona: los tarraconenses cayeron en la final del playoff frente al Villarreal B, quedando a las puertas de Segunda División en la pasada temporada. El bloque presidido por Josep María Andreu tendrá que cerrar la renovación de Raúl Agné y de otros futbolistas importantes. Con 6.000 abonados durante la pasada temporada y tres millones de presupuesto, es otro integrante a tener en cuenta.

Intercity: el club alicantino es ahora mismo la referencia de la ciudad. Salvador Martí, un empresario local, creó el club en 2017. Desde las divisiones más bajas, el equipo logró su cuarto ascenso en cinco años, presentándose ya en Primera RFEF. Con mejor rendimiento que el histórico Hércules de Alicante, trata de acercarse al fútbol profesional. Esta entidad, la primera española en cotizar en bolsa, tendrá un presupuesto de 4 millones para la próxima temporada. Juega sus partidos en el Antonio Solana (4.000 espectadores) y su entrenador es Gustavo Siviero.

Real Murcia: otro recién subido desde Segunda RFEF. El conjunto pimentonero puede presumir de un gran apoyo en las gradas, con más de 8.000 abonados y un desplazamiento de 10.000 hinchas hacia Alicante, en su exitoso playoff de ascenso. La centenaria entidad cuenta con Agustín Ramos como presidente. Tras pasar penurias económicas y un descenso administrativo, el club del Enrique Roca intenta crecer nuevamente. Queda por confirmar la renovación de su entrenador Mario Simón. Su presupuesto será más limitado, 1,5 millones de euros.

Real Sociedad B: el filial txuri-urdin compitió en la Liga 123, aunque acabó por volver a Primera RFEF. Los donostiarras ya son un clásico para los equipos riojanos. El talento rebosa en Zubieta, con futbolistas como los atacantes delantero Karrikaburu (renovado hasta 2026), Julen Lobete o Roberto López. Repleto de estrellas en ciernes para formar, Sergio Francisco acaba de hacerse con el banquillo del club. Por argumentos, los vascos tienen mimbres para ser muy competitivos.

Real Unión: los guipuzcoanos concluyeron finalizaron octavos, a dos puntos del playoff, la pasada temporada. Repiten en Primera RFEF y también junto a los riojanos. Con Aitor Zulaika como técnico, los fronterizos cuajaron una buena actuación. Igor Emery, el hermano del afamado entrenador, ocupa la presidencia. Su presupuesto podría situarse cerca de los dos millones, con un apoyo social de más de mil abonados y una ampliación del Stadium Gal hasta los 4.000 asientos. En teoría, el primer objetivo de este equipo será la permanencia.

SD Amorebieta: otro recién descendido desde Segunda, pese a competir de forma más que digna. Los vizcaínos volverán a su viejo Urritxe, tras jugar en Lezama durante su fugaz paso profesional. Jon Larrea dirige el proyecto, con Haritz Mújica como entrenador desde el pasado marzo. La modesta entidad azul superó el millar de socios la pasada campaña y su presupuesto contará con la ayuda tras descenso de la LaLiga. Lo que sí habrá es un cambio de plantilla total. Incógnita.

UD Cornellá: este modesto conjunto catalán sufrió mucho para asegurar la permanencia en Primera RFEF (fue decimocuarto, con dos puntos de margen). Maribel López se convirtió en presidenta el pasado abril y Gonzalo Riutort será el nuevo entrenador.

Su estadio es el Nou Municipal, con capacidad para 1.500 aficionados. Con una masa social modesta, su meta será la salvación.

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