La Rioja

Los vulnerables riojanos ven más mermadas sus oportunidades laborales

Cáritas La Rioja atendió el pasado año un 38 por ciento menos de personas que en 2020, pero aumentó la cantidad destinada a paliar su situación de exclusión, un 21 por ciento más a título individual, según se recoge en la memoria de la entidad, presentada este jueves.

Fueron atendidas 3.371 personas en 2021, frente las 5.477 de 2020; se benefició a 6.795 y se destinaron 471.279 euros a ayudas económicas.

El obispo de la Diócesis de Calahorra y La Calzada-Logroño, Santos Montoya, y el director de Cáritas, Fernando Beltrán, han ofrecido estos datos, detallando también que la pandemia mermó las expectativas laborales y sociales de muchas familias.

La cuantía total destinada a ayudas económicas registró un descenso respecto a 2020, el momento más duro del estado de alarma por el COVID, pero sigue siendo un 61 por ciento más con respecto a 2019, antes de que comenzara la pandemia, ha detallado el director de la entidad. La mayor parte de las aportaciones, el 59 por ciento, se emplearon en cubrir gastos relativos a la vivienda (148.392 al pago de alquileres y 39.575 euros a suministros).

Actualmente, el umbral de pobreza en La Rioja está en 535 euros mensuales, a título individual; y en 1.124 para una familia con dos menores, ha informado Beltrán, quien también ha apelado a la colaboración de la sociedad riojana con la entidad, que trabaja en pro de las personas más necesitadas, ha explicado.

“Una dura realidad”

“Nos encontramos ante una dura realidad: han empeorado las oportunidades laborales y sociales de miles de familias que ya estaban en situación de exclusión social”, ha añadido Beltrán. Además, ha subrayado que “la situación actual es de total incertidumbre porque, a las terribles consecuencias de dos años de pandemia, se suman los graves efectos de la guerra en Ucrania, una acumulación de factores que afectan de modo especial a las familias más vulnerables y a sus proyectos de vida”.

También se ha referido a que la mitad de las personas atendidas en la acogida parroquial tienen entre 25 y 44 años (50 por ciento) y son mayoritariamente mujeres (67 por ciento). Asimismo, ha destacado a los migrantes en situación administrativa irregular como uno de los colectivos más afectados por la crisis.

“Durante la pandemia -ha dicho- atendimos a muchas personas sin regularizar que trabajaban en la economía sumergida”, ha recalcado. “La irregularidad supone una condena”, ya que, “al margen del derecho a la asistencia sanitaria y a la educación de los niños, este colectivo de personas no puede acceder a un contrato de empleo ni recibir ayudas”.

Además de las ayudas económicas directas concedidas, existe el Fondo de Solidaridad, un fondo creado en 2009, como respuesta a la crisis. “Se trata de una ayuda mensual que se concede durante tres meses (ampliables a cinco) a personas en edad laboral y con ingresos inferiores a los marcados por el umbral de la pobreza”, ha informado.

Sobre el Ingreso Mínimo Vital y la Renta de Ciudadanía, ha indicado que “son una importante ayuda para las personas en exclusión, pero solo satisfacen una parte de las carencias. Muchas personas siguen pidiendo apoyo a Cáritas para cubrir sus necesidades básicas”.

Ha reconocido también que la pandemia no impidió que se siguiesen desarrollando los Programas de Inclusión Social que la entidad impulsa a través de sus proyectos especializados y sus fundaciones (Fundación Cáritas Chavicar y Proyecto Hombre), en los que invirtió 488.187 euros.

Para mantener sus programas, poder responder a las crecientes necesidades de sus usuarios y ser sostenibles, Cáritas La Rioja precisa el apoyo de la sociedad, ha incidido Beltrán, quien ha añadido, a este respecto que el próximo domingo día 19 se hará una colecta.

También ha destacado que Cáritas La Rioja sigue desarrollando una labor de inclusión centrada en las personas a través de sus proyectos y fundaciones, a los que también ha dedicado una importante cantidad de recursos humanos y económicos (488.187 euros).

El obispo ha valorado la labor de Cáritas, que es “la Iglesia, la dimensión de la misma, que no puede dejar de ejercer la caridad en pro de los necesitados”.

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