Ha sido durante décadas punto de paso obligado para cientos de conductores que cruzaban Logroño de oeste a este. Pero este martes, tras dos semanas de intenso trabajo, el túnel de Duques de Nájera ha pasado a la historia.
El conocido popularmente como ‘cocodrilo’ ha asestado su último mordisco a la infraestructura, que dará paso a un cruce semafórico con las obras del Nudo de Vara de Rey.
La siguiente fase del proyecto consiste en rebajar la cota de Vara de Rey al paso por Duques de Nájera para reurbanizar el entorno de aquí a finales de año, fecha en la que está previsto que finalicen los trabajos.
