Toros

Los festejos taurinos renacen de su letargo

Tras dos años sin poder celebrarse tal y como estábamos acostumbrados, los festejos taurinos, especialmente los más populares (encierros, capeas…), vuelven con fuerza a La Rioja. Aficionados, ayuntamientos y el sector ven cómo la actividad se reactiva de una forma que incluso puede superar a los festejos celebrados en tierras riojanas antes de la pandemia.

Los datos así lo apuntan. En 2019 se celebraron un total de 325 festejos taurinos en La Rioja, de los que 303 fueron populares y 22 festejos mayores (corridas, novilladas…) La cifra descendió drásticamente con la llegada de la pandemia y 2020 registró un total de veinte festejos, la mayoría de ellos antes de marzo cuando se decretó el estado de alarma. “Fue una barbaridad porque no hubo nada en todo el año, cerraron a tres días de empezar la temporada en Valencia y Castellón donde teníamos cerrados siete festejos firmados, hubo que suspenderlos y ya no se trabajó nada en todo el año”, cuenta Miguel Ángel Pérez de la finca Toropasión en Alfaro.

Aunque en 2021 muchos municipios empezaron a introducir en sus calendarios algunos festejos taurinos, en todo el año se llegó a las setenta celebraciones, poco más de un 20 por ciento de las habituales. “Era complicado, porque tan pronto estabas abierto como cerrado, había ayuntamientos que aún no se atrevían, los aforos estaban limitados, nosotros no pudimos hacer el campeonato de España porque no puedes preparar un acto así con la incertidumbre que había y sin saber si la siguiente ronda la ibas a poder celebrar, unas comunidades tenían unas normas, otras tenían otras…”, cuenta. Este año ya han comenzado con el Campeonato de España de recortados y con el de corte puro.

Así, algunos ayuntamientos ya están apostando por más encierros de los habituales en sus fiestas. “En Rincón de Soto por San Isidro solía haber un encierro y este año ha habido dos”, cuenta. En otros incluso se han programado encierros después de años sin hacerlo como en Albelda.

Las previsiones para 2022 son buenas. En La Rioja ya se han solicitado permiso más de sesenta festejos en lo que llevamos de año (prácticamente los mismos que se celebraron a lo largo de todo el año pasado) y la idea es que se llegue a los de 2017 donde casi se celebraron un total de 350 festejos. “Hay muchas ganas de hacer cosas, de celebrar, y este tipo de espectáculos van íntimamente ligados con la fiesta, además hay ayuntamientos que están por compensar lo que no se ha vivido en los dos años anteriores por petición popular; dos años son muchos años sin poder tener este tipo de actos”.

Y lo sabe bien, los dos últimos años no han sido fáciles en su empresa. “Los animales seguían comiendo y los gastos seguían siendo los mismos pero sin ningún tipo de beneficio, ha sido muy complicado. Tuvimos que deshacernos de algunos animales porque era insostenible, hay que tener en cuenta que el rendimiento cárnico en los toros es mínimo, ronda un 5 por ciento”, explica.

Su experiencia le hace pensar que todos los actos que no necesiten pasar por taquilla van a llenarse hasta la bandera. “En los que haya una entrada ya la cosa va a cambiar porque la economía está como está”, vaticina.  Ya se está viendo en los primeros meses del año. “La gente se lo piensa más a la hora de pasar por taquilla, no llega para todo con los precios de la gasolina, el gas, la compra y la gente lo primero que se quita es el ocio, eso lo sabemos en este sector desde hace muchos años”.

Aún así no le extrañan los llenazos que se han visto en las últimas semanas en Madrid o Sevilla. “En ese tipo de ferias consolidadas no hay problemas, se van a llenar, como se va a llenar San Fermín que este año va a estar a rebosar, pero eso no es un termómetro de la realidad, es lo mismo que decir que los campos se llenan porque ves lleno un Barça-Madrid, esos no cuenta porque están llenos esté la situación como esté”.

 

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