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La Salera dice adiós a dos leyendas: Javi Martínez y Madero se retiran

Foto: Carmelo Betolaza

Cuando llevas más de una década defendiendo unos colores, no es fácil decir colgar las botas y decir adiós a una pasión. Son los casos del delantero Javi Martínez (Nájera, 5 de septiembre de 1989) y el defensa Dani Madero (Santo Domingo, 11 de diciembre de 1986), que jugaron por última vez con el Náxara el pasado domingo, en Segunda RFEF. Capitanes del club, ambos acumulan doce y quince temporadas, respectivamente. Una entidad especial que se ha ganado la simpatía del fútbol riojano por su filosofía. Bastante más que un balón y dos porterías.

Madero lleva desde los 20 años con la blanquiazul, un escudo que siente como propio tras tres lustros. Martínez, por su parte; jugó durante una corta etapa en el Racing de Santander y en el Izarra, antes de volver al equipo de su tierra. Eso sí, ambos comenzaron y terminan su carrera a la vez. “Ya no voy a volver a jugar al fútbol. Estoy muy orgulloso de todo lo que he vivido en Nájera durante todos estos años. Si nos llegan a decir a Dani (Madero) o a mí hace años, que íbamos a jugar en otra categoría fuera de Tercera, no nos lo hubiéramos creído”, explica Javi.

Foto: Náxara CD/ Carmelo Betolaza

Dani Madero recordará el 15 de mayo de 2022 con mucho cariño. Ese día jugó su último partido: “Siento orgullo por todo lo vivido. También pena y lástima, porque el fútbol es algo que me encanta y voy a echar mucho de menos. Lloré más que nunca. Llegamos al campo y habían preparado unas pancartas, habían hecho dos monigotes con nuestras caras. Luego vinieron familiares, amigos, e incluso alumnos del colegio donde doy clase. Nos acompañó mucha gente muy cercana”. El Náxara, ya descendido, cayó por 1-2 frente a la UD Logroñés Promesas. Pero eso ya era lo de menos.

La afición no perdió la oportunidad de recompensar a dos de los suyos. No ha sido el mejor año para despedirse, pero ambos se centran en el camino recorrido: “Para nosotros ha sido maravilloso poder jugar en otros campos fuera de La Rioja. A pesar de que no hemos conseguido el objetivo, que era la permanencia, ha sido un año donde hemos disfrutado lo máximo posible. Nos quedamos con los buenos recuerdos”. Para muestra, la frase favorita, el leitmotiv vital de Madero: “Disfruto tanto el momento que no tengo tiempo para preocuparme”. Cortesía de Homer Simpson.

¿Com qué momento se quedan? No solo uno: “Los playoff, ver La Salera a reventar, el día a día también, los compañeros, los viajes, los entrenamientos… no podría quedarme con una sola cosa”, explica Martínez. Madero se acuerda de cada promoción y del ascenso; pero pone el foco en las personas: “Hemos pasado momentos complicados y los hemos superado gracias a la fuerza del grupo. Muertes de padres y madres de compañeros, entrenadores con cáncer… Superar esas circunstancias ha sido para nosotros mucho más que cualquier faceta deportiva”.

 

Y es que el Náxara es una familia, un lugar donde el aspecto humano importa tanto como el deportivo. Así lo explica Dani: “Va más allá del fútbol. Puedo llamar a cualquier compañero con el que haya coincidido y tener en él un amigo, tomarnos algo tranquilamente”. Javi Martínez valora también la forma de trabajar del club: “No se vuelven locos con las cantidades económicas y así se aseguran que nunca haya impagos. Esta directiva y la anterior están gestionando muy bien las plantillas”.

El punta mira hacia atrás: “Cuando empecé a jugar, en Nájera se juntó un grupo de buenos amigos, gente muy maja. Poco a poco fuimos creciendo. Al principio fuimos sextos, séptimos, luego ganamos una liga y después disputamos playoff”. La lista de promociones es larga: Toledo (2010/11), Reus (2010/11), Boiro (2013/14), Puertollano (2013/14), Sanluqueño (2015/16), Mar Menor, Villarrobledo, rozar la gloria ante la Peña Sport (2016/17); Hospitalet y Langreo (2017/18); Mutilvera (2018/19) y tras el COVID-19, por fin el deseado ascenso a Segunda RFEF.

En estos éxitos, La Salera tiene bastante culpa, como explica Martínez: “Llama mucho jugar ahí, es un campo muy bonito. La gente se volcó muchísimo con el equipo y mantienen ese apoyo. Fue una evolución muy bonita y ahora estamos en un gran momento”. “Yo he estado en muchos campos y es diferente. La conexión que sientes con el aficionado se nota”, explica Madero, recordando especialmente los primeros playoff jugados allí.

FOTO: Eduardo del Campo.

El defensa quiere tomarse un pequeño respiro, pero piensa seguir ligado al club: “Me encantaría, sé que de aquí a un tiempo quiero ayudar al club. Ahora me voy a dar un espacio para desconectar del fútbol por completo”. ¿Se siente un posible espejo para los más pequeños? “Me encantaría que hubiera más niños así. Soy de Santo Domingo, pero futbolísticamente, como si fuera de Nájera. Llegar con el equipo y ver como los chavales van con la camiseta del Náxara y no del Barcelona, Real Madrid, Atlético o Athletic. Es increíble.

Porque ante todo, son un equipo que vive, siente y padece como cualquier ciudadano. Nájera respira blanquiazul y la hinchada despide a dos de sus leyendas por la puerta grande. Aunque el Náxara acaba de perder la categoría, volverán los grandes momentos. Y por encima de goles, victorias o derrotas, que su identidad se mantenga.

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