El Ministerio de Igualdad ha actualizado este jueves los datos de las víctimas mortales de la violencia machista con la incorporación de cinco casos (1 en 2020 en Logroño y otros 4 en 2021), y la confirmación del crimen machista de este miércoles en Los Cristianos (Tenerife), con lo que el número de asesinadas por sus parejas o exparejas desde 2003 asciende a 1.144.
La delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, Victoria Rosell, ha sido la encargada de actualizar estos datos en rueda de prensa, en la que ha detallado que ya son 1.144 las mujeres víctimas mortales de la violencia machista desde que se empezaron a contabilizar los casos. Año y medio más tarde de producirse el suceso en Logroño -del que no se informó por parte de fuentes oficiales al encontrarse bajo secreto de sumario- conocemos nuevos datos.
El caso estaba hasta ahora en investigación. Se trata de una mujer de 56 años, asesinada el 13 de octubre de ese año en Logroño que inicialmente se consideró un suicidio, pero que tras la investigación se ha confirmado como crimen machista. La pareja no tenía hijos menores ni había denuncias previas y su pareja (también español de 56 años) fue detenido y puesto después en libertad, situación en la que permanece en la actualidad.
Este sería el primer asesinato por violencia de género registrado en La Rioja desde octubre de 2009. De hecho, la comunidad era hasta la fecha (y a falta de resolver el citado caso) la única del país sin muertes por violencia machista en la última década.
El anterior precedente de este tipo nos traslada al ‘Caso Vanesa’, agente de la Policía Nacional asesinada en 2009 a manos de su exmarido, Borja Morillo. En el juicio se probó que Morillo (también agente de policía) asesinó a Vanesa y fue condenado 20 años de cárcel (si bien el tribunal le rebajó después la pena a 15 años de prisión).
Caso Álex
La defensa del presunto asesino de la mujer hallada muerta en Logroño trató de aprovechar la detención de Francisco Javier Almeida por el crimen del ‘Caso Álex’ para cargarle la responsabilidad del homicidio. Para ello, llegó a solicitar el cotejo de una huella dactilar para tratar de hallar coincidencias con otra localizada en el escenario del crimen machista, lo que descartó la implicación de Almeida en estos hechos.
