Agricultura

El cereal riojano se enfrenta a unas semanas clave que determinarán su cosecha

El cereal riojano se enfrenta a unas semanas clave que determinarán su cosecha

Más de media región ha espigado ya sus cebadas y trigos, con La Rioja Baja ya en fase de llenado del fruto, y las previsiones meteorológicas para los próximos días, que más parecen corresponder a un mes de la temporada estival, ponen a los labradores ojo avizor.

Después de un trimestre seco, abril dibujó una sonrisa en la cara de los agricultores con las ansiadas lluvias regando el cereal, que volvía a respirar tras semanas de preocupación. El desarrollo de los cultivos es para estas fechas “muy prometedor, con un potencial de cosecha bastante interesante gracias también al buen abonado”, pero serán el tiempo que protagonice las próximas dos semanas el que determine si se mantienen estas buenas perspectivas.

Campo de trigo con signos fúngicos.

El ingeniero agrónomo José Antonio Pérez advierte que “si continúan los fuertes calores y las bajas humedades relativas que tenemos estos días se podría producir una merma muy importante en la cosecha con una bajada de rendimientos”.

“Fenológicamente, el cereal lleva en torno a dos semanas de retraso en el inicio de la cosecha respecto al año pasado motivada, en parte, por la parada vegetativa que se produjo por los fríos del invierno así como por la falta de precipitaciones”, señala Pérez.

Pulgón en una espiga de trigo.

Ya en zonas de La Rioja Media y Baja el cereal está ahora muy centrado en llenar el grano y formar la semilla, un fase crítica y determinante, así que cualquier estrés provocado bien por insector u hongos o también por la meteorología puede condicionar el resultado final. “Así que lo ideal sería tener un periodo de temperaturas medias y humedades altas”.

Signos de roya amarilla en un cultivo de cereal.

En el otro lado de la balanza se encuentran las enfermedades fúngicas, porque si regresan los escenarios de tormentas se pueden volver a reactivar los focos de plagas. “Hasta ahora se ha tratado el cereal contra enfermedades como la septoria o la roya, que afectan a la merma de la producción, por eso es importante que se hayan hecho tratamientos de forma preventiva para controlar la situación”, recuerda el ingeniero.

Subir