El Rioja

El enoturismo revive: Rioja recupera la mitad de los turistas de 2019

La resiliencia con la que la tierra del Rioja ha encajado el cierre de puertas y los contratiempos durante dos años evidencia el poder de una denominación para volver a levantarse y desempolvar sus armas de promoción.

Los datos de la actividad enoturística registrados en el Monitor de Enoturismo 2021, que por cuarto año consecutivo elabora la consultora ‘Dinamiza’, muestran esa fortaleza de las bodegas de la denominación por adaptarse a las circunstancias al tiempo que vaticinan unas perspectivas de recuperación “muy positivas” para este 2022.

Si la caída de visitas en 2020 fue en picado y sin frenos (se registró un 74 por ciento de turistas menos que en 2019), en el segundo de pandemia la denominación pisó el acelerador con un sorprendente crecimiento del 103,5 por ciento: 460.137 visitas en 2021.

Ahora, las previsiones del Consejo Regulador en su Plan Estratégico 2021 – 2025 es superar los 1,2 millones de visitas en el año 2025 y convertir esta región en el destino enoturístico de referencia a nivel internacional. “Un horizonte en el que, además, esperamos que ya sean 250 las bodegas que ofrezcan servicios enoturísticos”, apunta el presidente de la DOCa Rioja, Fernando Ezquerro.

Datos que superan a los del conjunto del sector turístico español, que solo ha recuperado un 64,4 por ciento de su actividad respecto a 2020. Aunque Rioja esté lejos todavía de esas cifras récord de 2019, el número de visitantes recibidos el año pasado supone un 46,4 por ciento menos de la demanda enoturística registrada en 2019, por lo que las bodegas de la denominación han recuperado aproximadamente la mitad de la demanda enoturística que recibían antes de la pandemia.

Además, son varios los indicadores en clave de recuperación, como “el buen comportamiento de los meses de verano y otoño, que registraron cifras de visitas cercanas a las recibidas en esos mismos meses de 2019”. Diseccionando por zonas, es Rioja Oriental la que más ha crecido a cierre de 2021, aunque también fue la que más visitantes perdió con la pandemia (un 81 por ciento menos). Esta subzona se coloca con un 184,1 por ciento más de turistas que en 2020, mientras que Rioja Alavesa ha crecido en un 102,9 y Rioja Alta, en un 101.

La estadística de 2021 muestra el fortalecimiento del turista nacional, que representa el 79,7 por ciento de la demanda enoturística, con las comunidades limítrofes, junto a Madrid y Cataluña, como principales mercados emisores y con las personas aficionadas al mundo del vino como perfil predominante. En cuanto al público visitante internacional, las cifras reflejan un ligero incremento respecto a 2020, con un 20,3 por ciento (cerca de un tres por ciento más), aunque todavía están lejos de ese 36 por ciento de 2019 debido a las aún presentes restricciones a la movilidad internacional que existían el pasado año.

Facturación al alza

Los libros de cuentas de las bodegas han visto repercutir muy positivamente esta afluencia de público a la tierra del Rioja y el balance final arroja un impacto económico global de 103.732.797 euros, frente a los 42,2 de 2020 y los 173 millones de euros antes de la pandemia. Por impacto global se entiende tanto el gasto en visitas y compra de vino en bodegas, que representa aproximadamente una tercera parte del gasto que realiza el visitante en Rioja, así como el gasto en alojamiento, restauración, actividades, comercio, servicios…

De igual forma, el impacto repercutido en las bodegas de Rioja en cuanto a su nivel de ventas por enoturismo también es positivo, con un total de 35.835.568 euros recaudados. De ellos, 21.345.163 euros proceden de las visitas y compras de turistas en las tiendas, lo que representa un 145,3 por ciento más que en 2020 y un 37,9 por ciento menos que en 2019. Por tanto, se ha alcanzado un 62 por ciento del volumen del negocio existente antes de la pandemia”, concluyen en el Monitor de Enoturismo.

En cuestión de números, el gasto medio del turista en tienda en las bodegas de Rioja ha ascendido hasta los 37,27 euros durante 2021, después del destacado descenso del pasado año. Además, el precio medio de la visita básica a bodega continúa en ascenso alcanzado la cifra de 16,04 euros, un cinco por ciento más respecto al periodo del año anterior.

Por otro lado, algunas de las conclusiones negativas que deja este informe sobre la actividad enoturística en Rioja durante el ejercicio pasado es el número de bodegas que han cerrado sus puertas en los dos últimos años, pasando de 195 a 178, así como la merma de los equipos de enoturismo. “Se espera que algunas bodegas recobren su actividad próximamente con el fin de las restricciones o tras realizar cambios en sus instalaciones y/o catálogo de servicios enoturísticos”, confían.

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