El Logroño La Rioja ha roto su mala dinámica del último mes con una victoria ante el Atlético Valladolid, por un ajustado 32-29, con lo que se mantiene en la pelea por los puestos europeos, aunque para conseguir ese objetivo debe mostrar más continuidad en el buen juego que la ofrecida este sábado.
Los riojanos recibían a un rival de la zona baja tras cuatro derrotas consecutivas y con la moral muy dañada por los traspiés ante equipos que luchan por la permanencia, como el Valladolid; además afrontaba el partido -y lo que queda de temporada- con la plantilla muy “tocada” por las lesiones.
Todo ello se notó en el choque de esta jornada, para mal, primero, y para bien, después porque los riojanos empezaron el partido cabizbajos y por momentos estuvieron a merced de su rival, pero luego recurrieron a algunos de los jugadores que tiene “tocados”, especialmente Casado y Markelau, que fueron determinantes para el resultado final.
El choque comenzó con el Logroño plagado de “fantasmas” por las últimas derrotas, que le hicieron jugar muchos minutos atenazado y cometer errores, muchos innecesarios; enfrente, el Valladolid demostró ser consciente de que su futuro dependía de mantener un partido “feo”, en el que no se pudiera correr y en el que cada acción fuera “sudada” por los locales.
Los vallisoletanos emplearon bien esa táctica y subieron la dureza del partido -a veces demasiado, lo que le costó la expulsión a Guillermo Fischer a los 12 minutos- y así lograron mantenerse muchos minutos por delante, hasta una máxima renta de 8-11 a los 23 minutos.
Pero justo antes de ese momento el Logroño ya había empezado a cambiar, con la entrada en la pista de Diocou y de los “tocados” Agustín Casado y el portero bioelorruso Markelau, que juega con una férula en el dedo de la mano izquierda que se fracturó hace dos meses.
Los tres le cambiaron la cara al Logroño y consiguieron prácticamente por si solos que su equipo se fuera aL descanso por delante, algo impensable poco antes, para disgusto de un Valladolid que sabía que contra el verdadero Logroño tenía poco que hacer.
El Logroño mantuvo su personalidad en el inicio del segundo tiempo, con un juego veloz e incisivo, guiado por Rivero y las paradas de Markelau, que le llevaron a colocarse pronto con una renta clara de cuatro goles (19-15).
Pero en ese momento el Valladolid reaccionó, ajustó más su defensa y dio un paso adelante que hizo volver a “temblar” a un equipo con la moral quebradiza como el Logroño; los castellanos se acercaron pronto y empataron a 21 goles con 20 minutos todavía por jugar.
Algo que obligó de nuevo a recurrir a Casado para volver a “enderezar” al Logroño, que se aprovechó de la potencia del internacional español para retomar su ventaja (26-22) y en el último cuarto de hora optó por no asumir muchos riesgos y administrar el marcador, algo que logró no sin nervios, ante un Valladolid que ya no tuvo fuerzas para volver.
Ficha técnica
– Logroño La Rioja (15+17): Jorge Pérez (p), Ángel Rivero (4), El Korchi (5), Rubiño (2), Serradilla, Javier Rodríguez, David Cadarso (1), Markelau (p), Tercariol (p), Mario Dorado (2p), Agustín Casado (7,1p), Diocou (5), Moreira (6) y Kisselev.
– Atlético Valladolid (14+15): Lamariano (p)(1), Borja Méndez (4), Daniel Ramos (1), Arthur Patrianova (1), Miguel Martínez (2), Jorge Serrano (12,6p), Miguel Camino de la Cal (2), Nicolás García (p), Diego Camino de la Cal (2), Daniel Pérez (1), Álvaro Martínez (2), Guillermo Fischer, Basualdo (1), Freitas, Rosell y Manuel García.
– Parciales: 2-3, 4-6, 6-6, 8-9, 9-12, 15-14 (descanso), 20-19, 22-21, 26-22, 28-25, 31-27 y 32-29 (final).
– Árbitros: Alberto García Mosquera y Alberto Rodríguez. Expulsaron por roja directa al visitante Guillermo Fischer (minuto 12) y por tres exclusiones al local Javier Rodrñiguez (m.57). Excluyeron a Ángel Rivero (2 veces) y Serradilla del Logroño; y a Patrianova, Roselle y Basualdo, del Atlético Valladolid.
– Incidencias: Unos 600 aficionados en el Palacio de los Deportes de La Rioja.
