Educación

‘Normas de etiqueta’ para asegurar la ciberconvivencia en las aulas

Los alumnos deben aplicar normas de etiqueta o educación en el uso de las redes sociales y proteger sus datos personales para mejorar la ciberconvivencia en los centros educativos, ha asegurado este viernes a Efe el responsable de ciberseguridad para menores en el Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE), Manuel Ransán.

Ransán ha pronunciado una charla sobre ciberconvivencia en el VII Congreso Estatal de Convivencia “Aprender y convivir”, que reúne en Logroño a 600 expertos y docentes.

FOTO: EFE/Raquel Manzanares.

En su ponencia, este integrante del Centro de Seguridad en Internet IS4K (Internet Segura for Kids) del INCIBE, ha presentado las conclusiones del grupo de trabajo del Observatorio de Convivencia Escolar con recomendaciones sobre ciberconvivencia para los centros educativos.

Entre estos consejos, ha resaltado la necesidad de una mayor formación para que los menores conozcan los mecanismos de bloqueo de las redes sociales y sepan denunciar comentarios o perfiles cuando detecten algún comportamiento de hostigamiento.

Este experto ha abogado por adaptar el plan de convivencia de cada centro a las nuevas realidades sociales y por mejorar la formación de alumnos y profesores en competencias digitales. Para mejorar la ciberconvivencia, ha explicado, también se deben aplicar herramientas de ciberseguridad para proteger los datos personales y el desarrollo de la identidad digital.

FOTO: EFE/Raquel Manzanares.

Así, ha considerado fundamental que los alumnos sepan gestionar sus contraseñas de manera segura y proteger sus dispositivos, con el fin de evitar que se puedan suplantar cuentas y usar su información personal en episodios de “hostigamiento o ciberacoso”.

La nueva figura del coordinador de bienestar y protección del alumnado, incluida en la nueva ley de protección de la infancia, debe ser una persona con un perfil con conocimiento de las nuevas tecnologías, ha indicado.

A partir del próximo curso 2022-2023, todos los centros educativos con menores deben contar con este coordinador, quien, según Ransán, “debe entender las motivaciones por las que los alumnos utilizan las redes sociales”. También debe conocer las aplicaciones que están más de moda y cuáles son los retos virales de mayor uso, “porque algunos pueden afectar a la salud o al bienestar emocional de los chavales”.

Si el coordinador cumple estos requisitos, los alumnos le percibirán como “una persona más cercana” y se sentirán “más cómodos” a la hora de trasladarle los problemas que encuentren en la red. Las tecnologías y el uso que se hace de ellas evolucionan a “velocidad vertiginosa”, por lo que se requiere una “formación continua” de los docentes para que entiendan “las nuevas dinámicas de uso y las dimensiones que incorporan a la ciberconvivencia”.

FOTO: EFE/Raquel Manzanares.

En este sentido, ha aludido a la viralidad de un mensaje, las audiencias ampliadas a las que llega y el comportamiento “hostil” de algunos alumnos, “quienes, protegidos por el anonimato de las pantallas, hacen cosas que no harían en el instituto”. Además, existe una mayor victimización de los que sufren situaciones de ciberacoso, porque “lo viven de manera permanente, ya que el mensaje sigue en la red social 24 horas, 7 días a la semana”.

En su opinión, las competencias digitales se deberían abordar de manera transversal en la mayoría de las asignaturas y también en alguna materia específica, para profundizar en la ciberseguridad y la ciberconvivencia. “En cuanto haya un contacto con la tecnología, al niño se le deben proporcionar las herramientas y la capacitación para enfrentarse a los problemas y darles autonomía. Se ha demostrado que no están más protegidos si se les evita el contacto con internet”, ha reflexionado.

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