La Rioja

VioGen cumple 15 años: “Algunas mujeres están muertas en vida”

VioGen cumple 15 años: “Algunas mujeres están muertas en vida”

VioGen cumple quince años. Desde hace unos meses está implantado en todos los municipios con Policía Local de La Rioja. Un sistema de seguimiento integral para casos de violencia de género que permite tener a todas las fuerzas de seguridad informadas. Por ejemplo, si una mujer víctima de violencia machista o su agresor viven en la misma localidad. Además, posibilita hacer un seguimiento personalizado a la víctima.

“Se trata de una plataforma del Ministerio del Interior que permite tener información sobre cada uno de los casos de violencia de género en España y además a través de determinados cuestionarios predecir, de alguna manera, el riesgo que tienen las víctimas. Después, según estos niveles de riego se marcan las medidas que hay que tomar con cada una de ella”, cuenta Flor Moral, jefa de la Unidad de Coordinación contra la Violencia sobre la Mujer en Logroño.

No es una ciencia exacta como se ha demostrado con uno de los últimos asesinatos machistas en el que la víctima se encontraba catalogada con ‘riesgo bajo’ y aún así fue asesinada. “La conducta humana es imprevisible”, se lamenta Moral. “Es que hay que tener mucho ojo con esos casos de ‘riesgo bajo’ o ‘no apreciado’ porque al tener menos protección por parte de la policía se pueden encontrar con un problema mayor en un momento determinado”, explica Ana Baños, policía local de Calahorra que durante años ha trabajado en este ámbito.

Al sistema VioGen se accede a través de denuncia. “También si la policía ante cualquier otra denuncia intuye que puede haber violencia de género tiene la opción de meter a esa mujer dentro del sistema”, cuenta Flor. O simplemente si la mujer no quiere denunciar. A esto se le llama ‘protocolo cero’. Ana lo lleva al día a día.

“Hay veces que llegas a una casa porque los vecinos han oído una bronca fuerte, ella no quiere poner denuncia pero es evidente que ha habido una agresión, y además ves que es algo que se repite en el tiempo… pues directamente metes tú a esa mujer en el sistema aunque sabes que es complicado que pueda colaborar después contigo”, explica. Lo llevan al juzgado y que luego ellos investiguen qué está pasando. “Hay veces que ves mejor lo que está pasando en una casa desde fuera que desde dentro por el tema de la implicación emocional”.

Gracias al Sistema VioGen cualquier víctima con orden de protección, de cualquier punto de España, va a tener a un policía que pueda hacerle ese seguimiento esté donde esté. “A cada policía se nos asignan varias víctimas y hacemos el seguimiento que marca el sistema dependiendo de su riesgo. Lo importante es que ellas denuncien para que puedan tener este control por nuestra parte y que ellas sean conscientes del riesgo que están corriendo, que a veces ese es el principal problema con el que nos encontramos”, explica Ana.

Ambos agentes cuentan cómo el Sistema VioGen, más allá de recopilar los datos de las víctimas de violencia de género de todo el país, notifica a la policía de cualquier cambio en estos casos. “Cuando una víctima se traslada a otro sitio su expediente, con todas las gestiones y con toda la información que ha incluido el policía que le hacía seguimiento, llega al policía nuevo que vaya a hacerse cargo de la víctima”, concreta Flor.

Cuando habla de policía lo hace de forma conjunta: Guardia Civil, Policía Nacional y en el caso de La Rioja también Policía Local, contacta con la víctima que tiene una orden de protección para darse a conocer y para que ella tenga a ese policía de referencia para cualquier cosa. De esta forma, el Sistema VioGen se convierte en un método de unión entre los diferentes Cuerpos de Seguridad del Estado sin tener en cuenta comunidades distintas, ni distintas ciudades.

Una vez que la mujer entra en el sistema se realiza con ella una valoración inicial. Son preguntas concretas sobre la víctima, sobre el agresor, circunstancias laborales, si hay historial de violencia, si tiene una red familiar de ayuda, si hay conductas de control, si el agresor tiene antecedentes similares, si hay consumos de drogas, niños en el ámbito familiar que hayan sido testigos de la agresión… en definitiva, unos datos que marcan el nivel de riego de la mujer.

Según el nivel de riesgo de esta primera valoración en el momento de la denuncia se vuelve a realizar otra valoración pasado un tiempo. “Si son casos extremos en menos de tres días, si son altos el una semana, si es medio en un mes y si es bajo o no apreciado en tres meses”, comenta Flor ,aunque recuerda que desde el mismo momento en el que se realiza esta primera valoración ya comienzan las medidas de protección.

En ‘riesgo no apreciado’ van poco más allá de la identificación y la información. Se tiene constancia del caso y se le da a la víctima información sobre los recursos que tiene a su disposición, además de aconsejarles que se descarguen la app AlertCops con geolocalición. Si el riesgo que ha detectado VioGen es bajo se les da un teléfono permanente 24 horas, se deriva el caso a la Oficina de Atención a la Víctima del Delito, se establecen contactos personales entre la policía y la víctima y también del policía con el agresor…

En riesgo medio se realizan ya entrevistas personales con la víctima, se la aconseja ir a centros de acogida y aunque decida seguir viviendo en su entorno se le realizan controles ocasionales a sus lugares más habituales: entrada del trabajo, salida de los niños del colegio, se vigilan bastante los entornos por los que se mueve tanto la víctima como el agresor.

“En ciudades del tamaño de Calahorra ese control ocasional es más o menos sencillo, además la relación con este tipo de víctimas es mayor de la que te marca como mínimo la ley. Yo tendría que hablar una vez al mes con ellas e intento hablar al menos dos veces al mes cuando no son más porque te la encuentras por la calle y le preguntas cómo van las cosas”, explica Ana.

En casos de riesgo alto y extremo las medidas ya son mucho mayores. “Si el riesgo es alto implantamos un policía aunque no pegado a ella, pero tratamos de que vaya a una casa de acogida o a casa de un familiar que él no conozca y contactamos con ella para estar presentes cuando vaya a trabajar o cuando vaya a recoger del colegio a sus hijos”. Si el caso extremo la policía está las 24 horas con ella. “Estos casos son muy puntuales y durante un tiempo determinado. Por ejemplo ha habido una agresión importante y el agresor se ha dado a la fuga; hasta que no lo pillamos esa mujer está en riesgo extremo”, cuenta Flor.

Lo importante es que vean a las fuerzas de seguridad como aliados. “Si tienen que ir a algún sitio donde saben que su agresor pasa habitualmente o si las ha llamado para amenazarlas deben tener a alguien con el que hayan creado un vínculo de confianza”.

Desde que hay registros en España de violencia de género, en nuestra comunidad ha habido seis asesinatos machistas, el último en 2009, hace 13 años. “El problema es la falta de personal, no estamos la suficiente gente para todos los casos que tenemos”, dice An,a que en estos momentos cuenta con una treintena de casos en VioGen en Calahorra. “El riesgo de todas es importante porque nunca sabes a quién se le va a cruzar el cable pero es imposible tener un policía para cada una de ellas por eso es importante hacer bien las valoraciones”, asegura.

En el caso de los riesgos altos y extremos se puede pedir la implantación de pulseras telemáticas. En La Rioja cuatro mujeres las llevan en estos momentos porque su vida corre riesgo. “Aquí en La Rioja hay un problema y es que si el hombre y la mujer viven en la mismas localidad, como hablamos de ciudades pequeñas, el aparato está continuamente acoplándose”. Estas falsas alarmas provocan situaciones de terror entre las víctimas y por eso sólo se usan en el caso de personas que viven en localidades diferentes.

“Lo importante no es sólo que no las maten, que obviamente lo es; lo importante es que les demos la oportunidad a muchas de ellas de salir del mundo en el que viven porque algunas están muertas en vida”, deja claro Ana, tras la experiencia de años en esta materia.

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