La pandemia ha puesto patas arriba el concepto de ocio nocturno como se conocía anteriormente. Pero los toques de queda, el cierre de la hostelería antes de media noche y las restricciones de aforo en interiores solo han sido el detonante de lo que ya venía marcando tendencia con anterioridad.
Como si de una balanza se tratara, la noche logroñesa va perdiendo adeptos mientras los pubs que abren sus puertas por la tarde facturan más caja que antes al final de la jornada. Las copas ya no son solo cosa de la noche y es que el tardeo ha venido para quedarse. Un simple paseo por la calle Bretón de los Herreros o la Plaza del Mercado un fin de semana cualquiera da buena cuenta de ello con las terrazas a rebosar.
“Hace unos años, Logroño apenas tenía vida los fines de semana y ahora es bastante común ver gente por las calles durante las tardes del sábado, sobre todo personas de edad adulta que optan por salir antes al vermú y luego pasar directamente a las copas. Este público antes de la pandemia solía tomar esas copas por la noche, pero ahora han cambiado el formato optando por unos horarios vespertinos”, apunta Álvaro González, propietario de Bococa, La Trattoria y The Club.
Y con estos nuevos comportamientos los locales también se han adaptado: “Ahora por la tarde ponemos algo de música para animar el ambiente, mientras que antes eran horas solo para tomar café. Ahora llegan las 16:30 o las 17 horas y la gente ya quiere tomar una copa y no esperan hasta después de cenar”.
Eso sí, este hostelero insiste en que todo el ocio se concentra en el sábado tarde, lo que dificulta el trabajo detrás de la barra: “Trabajamos a tope todos los sábados, lo cual es muy positivo, pero da un poco de rabia esa estacionalidad que se da durante el sábado por la tarde mientras que parece que el resto de días no existen. Sería genial que, por ejemplo, los viernes hubiera más gente por las calles para que se reparta el trabajo. Pero tal vez esta concentración venga motivada porque ahora la sociedad no tiene tanta capacidad económica para salir dos días seguidos y prefiere elegir aquel en el que va a haber más ambiente”.
Víctor Riera, propietario del Grupo Concept con locales como Soho, Stress y La Boutique, ha tenido que ampliar plantilla a raíz de la irrupción del “tardeo” en la capital. “Se ha unido tanto la gente joven como el público más mayor a este fenómeno que ya está asentado y que a los locales nos ha obligado a aumentar el personal en estas franjas horarias”.
Con el tiempo más primaveral y el verano a la vuelta de la esquina, las expectativas son positivas, aunque este año los pueblos jugarán un papel importante en la distribución del público. “A diferencia del año pasado, este sí habrá fiestas de verano en los pueblos, así que se notará la bajada de ambiente en la ciudad el fin de semana, pero a su ve se compensará con la llegada de turistas. Porque está claro que Logroño ha ganado mucha fama como destino de fin de semana y así lo reflejan los datos de ocupación hotelera”, añade Riera.
