El Rioja

Enoagentes: “Que nadie se quede sin ayudas por falta de información”

El proyecto Enorregión pretende que el sector vitivinícola gane en competitividad a través de una transformación verde y digital en todas sus vertientes. Pocas veces se presenta la oportunidad de actuar sobre un sector tan importante para una región, y para que nadie pierda el tren de los fondos que están disponibles alegando falta de información, el Gobierno de La Rioja ha creado una red de enoagentes que se encargarán de difundir entre las bodegas y otros agentes de la cadena de valor del vino las líneas de trabajo y convocatorias que están disponibles o estarán en un futuro.

Maite Bergera es la coordinadora de este grupo de enoagentes que ya han hecho más de doscientas llamadas desde que se presentaron en sociedad hace unos días. “La idea es ayudar a las bodegas e instituciones, que sepan a qué fondos pueden adherirse o qué inversiones pueden hacer para poderse sumar a ellos”, explica.

De momento se ha creado un portafolio de información donde aparecen las líneas de acción y los proyectos a los que se pueden sumar las empresas: “Hay cuatro líneas generales que son la sostenibilidad, la digitalización, el enoturismo y  la generación de conocimiento a través de la investigación, el desarrollo y la innovación. Ahora les estamos planteando que hagan una reflexión, que piensen qué quieren o qué necesitan en los tres próximos años y veremos en que línea se pueden enmarcar esas inversiones”. Posteriormente, se hará un análisis individualizado de cada una de ellas.

“En el tema de la sostenibilidad se puede hacer un autodiagnostico sin ningún tipo de coste que ya está disponible para que puedan sumarse todas las empresas”, añade. Al finalizar este autodiagnóstico se recibe un dossier con la información de la situación de cada bodega y desde ahí se ayuda a planificar las posibles futuras acciones.

Ya hay algunas actuaciones abiertas como la de la posibilidad de colocar instalaciones de energía fotovoltaica y eólica o la de sistemas de almacenamiento de energía eléctrica, así como medidas para la optimización de depuración de aguas están a punto de salir.

Otro proyectos interesantes, según Bergera, son los de digitalización, como “el Enodatalake, que tiene como objetivo la reutilización y la valorización de los datos generados por la cadena de valor del sector vitivinícola con el fin de generar productos y servicios que incrementen su productividad y competitividad de las bodegas”.

Así se creará un catálogo con datos de todas las empresas riojanas que los incluirán de forma anónima que servirá a todos para seleccionar nuevos mercados y decidir el mejor momento para iniciar la internacionalización en ellos, analizar los patrones de consumo con antelación suficiente para predecir las ventas, mejorar la gestión predictiva de plagas…

La digitalización de la experiencia turística en las bodegas es otro de los puntos clave que se pueden financiar a través de estos planes. Desde las experiencias inmersivas con realidad virtual a través de cascos o gafas de realidad virtual se ofrecen experiencias complementarias a la visita presencial al viñedo acercando al visitante de forma virtual e innovadora al entorno paisajístico o a la producción del vino; la gamificación del enoturismo con juegos en herramientas digitales (apps, webs, dispositivos inteligentes…) cuyos contenidos son adaptados a bodegas, combinando la diversión del juego con el conocimiento de las mismas; catas de vino desde casa, proyectos de realidad aumentada, sistemas inteligentes…

“Hay muchos proyectos interesantes y, de momento, las bodegas están recibiendo con mucho interés nuestras llamadas. Ese es nuestro objetivo: que estén totalmente informados y que ninguna línea interesante se les pueda escapar por falta de información y así que puedan crear nuevos servicios que les den más competitividad”, concluye.

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