La Fiesta del Ciruelo en Flor regresa en su vigésimo segunda edición a Nalda para dar la bienvenida a una nueva temporada en la que los frutales pintan un arcoíris en los campos riojanos. La Asociación de Protección y Promoción del Patrimonio de Nalda y su Entorno (PANAL) ha organizado una mañana de domingo repleta de actividades y mucha gastronomía.
Decenas de personas han soportado el frío y algún que otro copo de nieve que arrojaba el cielo para poder catar las degustaciones de migas, rosquillas y asados que lucían los diferentes puestos. Champiñones, zumos ecológicos, quesos de cabra, productos de la huerta del Colletero y el arrope de Miguel (bodegas Ojuel). Además, el mercado ha contado con objetos de artesanía elaborados con tela y cuero. Durante la jornada se ha visitado el Castillo de Nalda así como el valle de ciruelos en flor.