El Rioja

Una lluvia de aromas y colores en un nuevo florecer de Rioja

Una nueva Rioja ha florecido con la llegada de las primeras lluvias que han regado los campos tras un árido y preocupante inicio de año. Cosas muy ricas que se aprecian con un simple baile de copa y una nariz que se impregna de esa acidez y fruta que han protagonizado una cosecha marcada por un precedente de sequía hasta que comenzó la recolección y el cielo arrojó. Cosas “que apuntan maneras”, a pesar de tratarse de esos primeros brotes. Algunos listos para salir al mercado, otros a la espera de un descanso reposado que les lleve a la excelencia.

La Asociación de Bodegas Familiares de Rioja ha regresado este lunes con su esperada Cata de Presentación de la Añada de Rioja, con la que ha invitado a participar en un viaje por el conjunto de la región vitícola, conociendo de primera mano los resultados de la última cosecha con los diferentes perfiles de los vinos que se amasan en cada una de las principales comarcas de la denominación. Con esta XXIV edición, el vestíbulo del Palacio de Congresos Riojafórum de Logroño ha acogido una nueva reunión del sector vitivinícola de esta denominación para sacar músculo y dar luz a lo que viene en camino.

Siete zonas, con sus particulares climas y suelos, donde hay variedades clave que saben aprovechar esas condiciones naturales para sacar su mejor versión embotellada. Desde la Sonsierra, pasando por los viñedos del Oja y del tirón hasta los del Najerilla o los de la ribera de La Rioja Alta, abarcando asimismo los viñedos del Iregua y del Leza, las laderas de la Sierra de la Hez y los que se crían en las riberas de La Rioja Baja y Navarra. Un total de 39 bodegas han mostrado sus mejores galas de la vendimia 2021, con orgullo y entusiasmo, sin olvidarse a su vez del componente solidario porque todo lo recaudado en este evento irá destinado íntegramente a la asociaciòn ACNUR (Naciones Unidas) para ayudar a los refugiados de Ucrania.

Y entre copa y copa, entre tintos, rosados y blancos, un punto a reseñar, muy positivamente: el gran público joven que se ha dejado ver esta tarde de lunes por el Riojafórum. Continuas han sido las cuadrillas que se abrían hueco entre puesto y puesto para catar los nuevos Rioja, una manera de romper esos estereotipos ya anticuados vinculados a que el vino es cosa de adultos. Unos en busca de un maceración carbónica de Ábalos, otros recomendados por ese amigo que pone al pueblo de San Vicente de la Sonsierra por las nubes, que se lo digan si no a Viña Ane o Teodoro Ruiz Monge, algunas de las favoritas.

Y entre los grandes descubrimientos, Bodegas Cor de Mei, que significa ‘corazón de vino’ en latín y persa antiguo. Una combinación de viñas de más de 40 años, plantadas entre Briones y Ábalos, para reflejar la auténtica esencia de la Sonsierra. La firma, que lleva escasos años caminando, ya avanza con amplias y ambiciosas zancadas. Y sin salir de ese clima particular y sus suelos arcillocalcáreos, Abeica sorprende con su cien por cien mazuelo. De nuevo, una explosión de sensaciones traída desde Ábalos.

Este ciclo de cata ha concluido al otro lado de la denominación, con los aires orientales que azotan esos viñedos valientes que emergen de cantos rodados. Como el rosado de Señorío de Librares, “que ha volado”; los vinos ecológicos de Bagordi o el crianza de Ilurce, con esa mezcla de Garnacha, Graciano y Tempranillo.

“Lo que más me ha llamado la atención en esta cata ha sido que he encontrado mucha capa de color, con bastante frutalidad, y la acidez, muy moderada. Rioja Oriental con esos aromas muy balsámicos y una mayor cantidad de fruta en el resto de regiones”, destacaba una joven enóloga copa en mano. Sensaciones que llegan de expertos y también del público de a pie para entender un poquito más cómo funciona esta Rioja tan diversa llena de color y expresividad.

Subir