El Calahorra ha ganado al Sanse (0-3) y sueña abiertamente con jugar el playoff. Demostración de pragmatismo de los hombres de Eduardo Docampo, capaces de desactivar el fuerte arranque de su rival y asestar dos golpes certeros en forma de goles durante la primera mitad. Mario Gómez ha abierto la lata, David Soto ha hecho el segundo antes del descanso y Carlos Vicente ha cerrado la cuenta en la recta final. 43 puntos suman los rojillos, que suben a la séptima plaza y se sitúan a tres de la promoción, marcada por el Racing de Ferrol (46).
El Sanse ha saltado bravo, con buena presión arriba y ocasiones desde bien temprano. Barreda, en el primer minuto, ha enviado arriba un testarazo. Las correrías de Borja Martínez también han creado problemas muy serios para los riojanos durante el primer cuarto de hora. Sin embargo, Mario Gómez ha despejado las dudas de un plumazo. El central, posicionado como un delantero centro, ha rematado a las mallas. La primera clara, a la cazuela. Así se ganan los partidos.

Foto: CD Calahorra
Una vez por delante, el Calahorra tenía claro lo que tenía que hacer: ser sólido atrás e intentar ampliar su ventaja. Esto último ha sido posible después de la media hora. David Soto ha recogido un envío dentro del área y lo ha rematado algo defectuoso. Sin embargo, el balón ha tocado en Bañuz y ha acabado metiéndose dentro. El 0-2 ha dejado todo bastante decantado. La defensa rojilla funcionaba a las mil maravillas y en ataque, efectividad. No se podía pedir mucho más.
En la segunda mitad, los calagurritanos han mantenido la calma. Por su parte, los locales han intentado reducir distancias, acumulando ocasiones y acercamientos, no así aciertos. Pese a la voluntad de su rival, el Calahorra ha mantenido su cómoda renta. De hecho, casi llega uno de los goles de la temporada. Manu Ramírez ha intentado sorprender a Bañuz desde más allá de cuarenta metros. Erró el atacante, aunque por pocos centímetros.

Foto: CD Calahorra
En el tramo final, los madrileños han intentado llegar al gol por todos los medios, pero Iricíbar y su sistema defensivo les han amargado la tarde. En ese contexto, Docampo quería jugar sus bazas, con la entrada de Sarriegui y Carlos Vicente. Y nada más entrar, el ’11’ se ha aprovechado de los espacios para recortar a su marcador y batir al guardameta de disparo cruzado. Lo que es llegar y besar el santo.
Ya totalmente a placer, los de La Planilla han podido refrescar y dar entrada a no habituales, como Ander Zoilo. Y negado de cara al gol, el Sanse ha intentado abrir su cuenta sin éxito. Deberes hechos para los riojanos, que recibirán al Racing de Santander (domingo, 12:00). El estado de ilusión, desatado en el Calahorra.