La Rioja se va a sumar a la nueva estrategia de vigilancia del COVID, que se centrará en controlar la incidencia del virus en las personas más vulnerables de forma específica, con lo que se dejarán de ofrecer datos diarios de casos activos y pruebas.
Así lo han explicado este viernes la consejera de Salud, María Somalo, y el director general de Salud Pública, Pello Latasa, quienes se han referido a los acuerdos adoptados, en esta línea, por las comunidades autónomas.
“Estamos en un nuevo escenario de la pandemia, para el que se ha diseñado un nuevo sistema de gestión y vigilancia”, ha incidido Somalo, que ha recalcado que en una situación marcada por “variantes del COVID más contagiosas pero con efectos más leves” y “por la vacunación” se ha determinado pasar “de una vigilancia universal y de emergencia, a una de calidad y específica con los colectivos vulnerables”.
Realización de test PCR en el CIBIR | Foto: Leire Díez
Esta decisión supone, en la práctica, que no se facilitarán ya datos diarios de casos activos y personas hospitalizadas, de lo que se informará una vez a la semana; tampoco se detallará el número de pruebas que se realizan “porque entendemos que no es significativo”, ha afirmado la consejera.
La consejera ha incidido en que “el escenario es diferente a los dos años anteriores” y “ahora el reto para los técnicos de diseñar un nuevo sistema de vigilancia de la salud”.
Cambios en la información del COVID
En el caso de La Rioja, Somalo ha incidido en que “la periodicidad en la comunicación de datos va a cambiar de forma significativa” y aunque se mantendrá activo el cuadro de indicadores con información de índices COVID, vacunación, certificados y pruebas, el número de fallecidos, ocupación hospitalaria y a situación en residencias solo se facilitarán los miércoles de cada semana.
Además, se suprime la información diaria de los casos activos “porque entendemos que ya es indiferente” y tampoco se ofrecerá detallada por municipios. La consejera ha recordado que desde hace días el Ministerio de Sanidad informa solo una vez a la semana de datos del centro de alertas y de la campaña de vacunación.
“Estos cambios son posibles porque tenemos una situación diferente determinada por la campaña de vacunación, en la que hay que agradecer el comportamiento de los riojanos”, ha subrayado la consejera, que ha explicado que el 94 por ciento de los riojanos de más de 12 años tienen la pauta completa; el 70,44 % de los menores de 5 a 12 años han recibido al menos una dosis y el 27,04 % han recibido la segunda.
Se trata de “unos datos buenos” aunque el Gobierno regional va a continuar con el programa de vacunación en los colegios y con el dispositivo con el que cuenta los sábados en el Hospital San Pedro.
El director general de Salud Pública ha incidido en que el objetivo que se han marcado las comunidades autónomas es sentar las bases del nuevo modelo de vigilancia en salud pública “y desplegar un modelo eficaz para todas las enfermedades infecciosas, las que hay y las que puedan llegar” y además “debemos estar capacitados para detectar cambios en la pandemia o por si aparecen nuevas variantes”.
Ha incidido en el papel “clave” que va a tener La Rioja en el nuevo sistema de “vigilancia centinela” con lo que “vamos a estar preparados si aparecen otras enfermedades” y también se va a analizar la situación de enfermedades trasmisibles, seguridad alimentaria y ambiental “porque esto es algo necesario para identificar de forma precoz problemas de salud”.
En la pandemia “la situación es muy diferente a la de meses atrás y por eso cambia el análisis, la forma de medirla y las decisiones de control” y “solo hay algo que no ha cambiado, la vacuna es clave y hay que seguir comprometidos con ella”.
Latasa ha subrayado que los datos avalan que los riesgos del COVID se multiplican en los grupos de personas no vacunadas.
Por otro lado, ha explicado que el quitar mascarillas en interiores “nunca estuvo en el orden del día” de las reuniones mantenidas en los últimos días y “aunque entendemos que el interés de los ciudadanos está en el cuándo, el de los técnicos y los consejeros está más puesto en el cómo o en para qué colectivos”.
Respecto a la comunicación de datos, Latasa ha incidido en que “se ha demostrado que no tiene sentido contar cada caso y acreditar cada uno con pruebas, eso es poco realista y va a ser imposible de hacer si vienen variantes muy contagiosas, que esperemos que no”.
Porque cree que “el objetivo no puede ser ya evitar la transmisión, sino que hay que evitar casos graves y para eso hay que vigilar a esos colectivos”. aunque sí ha recomendado que todo aquel que tenga síntomas lo comunique al servicio de salud.
