El Rioja

Contrebia Leucade, la ‘cuna’ del Rioja

Es uno de los lugares más mágicos que existen en uno de los emplazamientos más desconocidos de La Rioja. El asentamiento humano más antiguo de la comunidad se ha convertido con el paso del tiempo en uno de los yacimientos arqueológicos más espectaculares de la Península. Contrebia Leucade, en Aguilar del Río Alhama, permite conocer de primera mano el grado de desarrollo técnico y la capacidad de organización de los celtíberos. Conocida por su impresionante sistema defensivo, especialmente por un foso amurallado excavado en la roca de unos 700 metros de largo y ocho metros de profundidad, esta obra defensiva esconde en su interior maravillas que mucho tienen que ver con lo que luego fue esta tierra.

Así, Contrebia Leucade puede considerarse el lugar donde se dieron los primeros pasos de la elaboración de vino en La Rioja. Entre sus piedras y sus tierras ya en el año 2003 se descubrió un primer lagar en el que los habitantes de esas tierras elaboraban vino de forma muy similar a como se siguió haciendo en muchas casas y bodegas familiares hasta hace pocas décadas. “Lo que encontramos estaba en muy buenas condiciones, pero hubo que taparlo porque estaba construido con adobe y una capa de yeso y sabíamos que a la primera tormenta hubiese podía desaparecer”, cuenta José Antonio Hernández, alma mater de las excavaciones de los últimos años en el yacimiento. Este descubrimiento podría haber sido algo excepcional, pero siguieron las prospecciones arqueológicas y se descubrió mucho más.

En los trabajos de 2011 se encontró un segundo lagar perfectamente conservado. Se volvió a estudiar, se pudieron discernir sus partes y fue entonces cuando se demostró que el primer hallazgo no era algo inusual y que la elaboración del vino en la ciudad celtíbera era algo sistemático. En ese momento comprobaron que había dos partes que formaban el lagar: la ‘pisadera’, una especie de estanque donde se pisaba la uva, y el ‘torco,’ donde se producía el mosto y se fermentaba. “Una forma muy similar a la que hemos podido ver en muchas casas hasta hace unas décadas, en esta zona de Aguilar aún existen lagares en muchas de ellas”, explica Hernández.

Eso les hizo saber que podían encontrarse algunas más. Hace unas semanas, en las labores de limpieza del yacimiento (que se realizan cada año antes de abrir las instalaciones a las visitas guiadas) se descubría otro lagar. “Se utilizaba en época de vendimia y una vez que esta terminaba se limpiaba y se utilizaba para otras cosas como almacenar el vino en grandes tinajas u otros líquidos”, detalla.

Los hallazgos en este sentido de los últimos años demuestra que la de Contrebia Leucade es la manifestación riojana más antigua en trabajos de viticultura. Quizás no nació aquí el vino en España, pero sí que es el testimonio más antiguo que tenemos del mundo del vino riojano. “Probablemente en cualquier ciudad celtíbera pasaba lo mismo que en Contrebia, pero el hallazgo más antiguo está aquí y además se conserva en perfecto estado”, comenta el arqueólogo. El inicio de una elaboración que ahora marca el rumbo de la comunidad.

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