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Los polígonos de Calahorra y Alfaro, más competitivos y económicos

Uno con problemas de accesos, el otro con problemas de potencia eléctrica. Los dos, con precios inasumibles para el sector empresarial. Más de una década llevaban tanto el polígono El Recuenco en Calahorra como La Senda en Alfaro prácticamente paralizados. La crisis financiera y situaciones complejas en la ejecución de ambos habían comprometido de manera preocupante la llegada de empresas a un suelo industrial que entre los dos polígonos suma casi un millón de metros cuadrados. ¿Cómo implantar una empresa en un polígono sin accesos o sin la electricidad necesaria para llevar a cabo cualquier actividad?

Si eso no era suficiente, los altos precios del metro cuadrado que marcaba la Entidad Pública Empresarial de Suelo (SEPES) se habían interpuesto entre las parcelas y los empresarios que se interesaban por ellas. El precio de coste del metro cuadrado en La Senda de Alfaro era de unos 90 euros. SEPES lo había rebajado a 67. pero seguía siendo demasiado costoso. La media de los polígonos cercanos, especialmente en Navarra, era infinitamente inferior. Imposible competir con ellos.

En Calahorra pasaba algo similar. El precio inicial por el que habían salido los metros cuadrados de las parcelas era de más de 85 euros. Con Luis Martínez Portillo (PP) de alcalde se había logrado que los primeros metros cuadrados que se vendiesen rondasen los 60 euros, pero más de lo mismo, los precios eran inasumibles. Las empresas calagurritanas con vocación de ampliación optaban por La Maja, el polígono industrial regional en la localidad vecina de Arnedo, que vendía sus parcelas a 44 euros con bonificaciones en el caso de empresas que optasen por comprar un importante número de metros cuadrados.

Y así, a pesar de que se iban empezando a solucionar los accesos en uno y la falta de potencia eléctrica en el otro con obras a cargo de los ministerios correspondientes, el tema del precio seguía siendo un hándicap para dos polígonos industriales en una zona en la que el impulso industrial era más que necesario. “La primera conversación formal que tuve con Concha Andreu como la presidenta de La Rioja fue para hablar del precio de las parcelas de El Recuenco”, recuerda Elisa Garrido, alcaldesa de Calahorra.

El alcalde de Alfaro, Julián Jiménez Velilla, habla casi en los mismos términos. “Cuando llegamos vimos que había un problema enorme con el polígono; primero por la falta de potencia de electricidad suficiente y además por el tema del precio, fue nuestro interés solucionarlo desde el primer momento”, recuerda.

Casi tres años de negociaciones, decenas de llamadas y correos electrónicos, visitas… Varios directores de SEPES y dos ministros después, por fin se firmaba el acuerdo que obtiene como premio una cuantiosa rebaja del precio: 35 euros por metro cuadrado. En la línea o incluso más barato que los polígonos del entorno.

Así lo asegura el consejero de Desarrollo Autonómico de La Rioja, José Ángel Lacalzada. “Son precios muy asequibles si miramos en La Rioja, pero es que además están en la media de los precios que manejan los polígonos de Navarra. Se trata de un impulso definitivo para esta zona porque estamos hablando de un precio muy competitivo. El abandono durante muchos años ha sido evidente y cuando llegamos al gobierno sabíamos que había que trabajar en esta línea”.

“Son casi un millón de metros cuadrados que no podían seguir parados”, añade tajante Lacalzada, contando que en el plazo de un mes las empresas ya podrán solicitar las parcelas y que se irán adjudicando dependiendo de determinadas variantes. “Si dos empresas quieren la misma parcela vamos a tener muy en cuenta el proyecto que presenten: proyectos relacionados con el sector del envase y el embalaje, con la agroalimentación, proyectos de economía circular, que apuesten por la innovación…”.

Además, el consejero adelanta que “en el suelo industrial que pertenece al Gobierno de La Rioja vamos a intentar homogeneizar precios para no hacer competencia entre unos y otros; el objetivo es llenar todo el suelo industrial que tenemos porque, aunque La Rioja tiene mucha industrialización, nos hemos dado cuenta de que en los últimos años nos estábamos quedando estancados”.

La valoración de los alcaldes a los que afecta el acuerdo es más que positiva. La calagurritana Elisa Garrido se muestra “encantada” con el convenio al que se ha llegado con el Ministerio. “Ha costado mucho, porque han sido dos años de muchas reuniones y muchas llamadas en unas negociaciones principalmente lideradas por la presidenta”, señala. La idea es que lleguen las empresas lo antes posible.

“Ya desde que se anunció que la Ciudad del Envase y el Embalaje vendría a Calahorra hemos tenido empresas que se han interesado por el suelo pero esto es un plus para ellas, esta misma semana hemos tenido contacto con algunas”, asegura. Así, mientras las empresas van reservando los terrenos y preparando sus proyectos, llegará la entrega del polígono al consistorio por parte del Ministerio, quizá a finales de año. “Lo importante es que nuestros jóvenes puedan quedarse aquí y tener empleos de calidad”, propone como objetivo final prioritario.

Julián Jiménez Velilla, por su parte, se muestra incluso emocionado. “Era lo que Alfaro necesitaba, un empuje de estas dimensiones”. Para finales de año estará también terminada la subestación eléctrica. “La idea es ir al compás de las empresas y que estas vayan haciendo sus proyectos para que a finales de año puedan empezar a construir”. De todas formas pueden empezar a darse construcciones antes. “El polígono tiene capacidad eléctrica para tres o cuatro empresas más que ya están interesadas en los terrenos, algunas de las que están quieren incluso ampliar y ya estaríamos dispuestos a que eso pueda pasar. Hoy me decía una: ‘Dile a SEPES que ya tengo el cheque y que se lo doy ahora mismo'”, concluye.

Ahora llega el momento de empezar a ver realidad la creación de empleo en dos polígonos que llevan demasiado tiempo esperando a ponerse en marcha.

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