La Rioja

Un 8% de los adolescentes ha realizado retos virales peligrosos

Uno de cada diez adolescentes españoles reconoce haber realizado retos virales peligrosos, según un estudio del grupo de investigación Ciberpsicología de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), que busca conocer el tipo de retos, el grado de satisfacción y las motivaciones sociales que tienen los adolescentes para realizar retos virales en Internet.

El trabajo evidencia que los retos virales más frecuentes son los sociales (80,3 por ciento), seguidos de los solidarios (20,6 por ciento), si bien cabe destacar la incidencia de los peligrosos (8 por ciento), por el potencial riesgo para la integridad de los menores que suponen. Lo habitual es que realicen diferentes tipos de retos virales a la vez. Así, el 15,3 por ciento de los adolescentes realiza a la vez retos sociales inofensivos, junto a retos virales peligrosos.

Aunque los resultados no revelan diferencias significativas entre chicos y chicas, sí se observa una mayor prevalencia de chicos que realizan retos peligrosos. Los más jóvenes (Sexto de Primaria) son los que más satisfacción experimentan ante la realización de los retos en general.

Los adolescentes reconocen que sus motivaciones para realizar estos retos son principalmente sociales: sentirse integrados o aceptados por su grupo de amigos. UNIR ha subrayado que parte del éxito de los retos virales se justifica por la breve duración de los vídeos, de menos de 1 minuto; su enorme diversidad y su fugaz viralidad, ya que si un reto está de moda, al poco tiempo deja de estarlo y se pone de moda otro.

Ha relatado que los retos sociales son aquellos que tienen un componente social o familiar de diversión, como bailes o bromas inofensivas; y los solidarios tiene como propósito concienciar a los usuarios sobre una causa social determinada, ayudar a los demás o fomentar buenas conductas.

Los retos peligrosos son los que ponen en riesgo la integridad de la persona que lo hace o de otras personas, como “Caza al pijo”, que consiste en dar una paliza a una persona por la calle; y “Coronavirus Challenge”, que plantea lamer un retrete público durante la pandemia.

La investigación indica que una mayor variedad de retos (sociales, solidarios, peligrosos) parece llevar consigo una mayor satisfacción y motivaciones sociales a la hora de realizar desafíos. Este fenómeno guarda relación con problemas como la nomofobia -el miedo a estar sin el teléfono móvil-, el temor a no estar al día de lo que pasa en tu grupo de iguales y con aspectos de inteligencia emocional online.

También está relacionado con la proyección idealizada de uno mismo porque este tipo de retos captan la atención de miles de usuarios en poco tiempo y permiten obtener fácilmente likes y seguidores, lo que hace que algunas personas se excedan realizando actos extremos y peligrosos para aumentar su audiencia.

El director del grupo de investigación de Ciberpsicología de UNIR y autor del estudio, Joaquín González-Cabrera, ha afirmado que “esta investigación permite conocer más en profundidad un fenómeno en auge y encaminar labores de prevención necesarias para la realización responsable de retos virales que no supongan un peligro para los menores”.

La investigadora y autora principal de este estudio, Jessica Ortega-Barón, ha añadido que son “muy importantes las labores de educación, concienciación y supervisión parental que permitan limitar y controlar el acceso y la subida de vídeos con carácter autolesivo, violento, peligroso, discriminatorio o que hiera la sensibilidad del menor”

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