La Rioja

La acusada de asesinar a su hija “no se sorprendió” al ser detenida

El agente de la Policía Nacional que comunicó a la madre de Carolina su detención como presunta autora del asesinato de la niña, ocurrido en un hotel de Logroño en 2020, ha declarado este miércoles en el juicio que la acusada le respondió que no le sorprendía y realizó manifestaciones “concretas y precisas” sobre lo que había hecho ese día.

La Audiencia Provincial de Logroño ha celebrado la octava sesión del juicio que se desarrolla con un tribunal popular, que en esta jornada ha contado con las declaraciones de cuatro de los agentes de la Policía Nacional que participaron en la investigación tras el fallecimiento de la niña de 5 años.

El fiscal, la acusación particular ejercida por el padre de la menor y la acusación popular de la asociación Clara Campoamor piden prisión permanente revisable a la madre como presunta autora de un delito de asesinato; mientras que la defensa sostiene que la autora de la muerte de la niña fue la abuela materna, antes de suicidarse en el río Ebro.

En la vista, el agente que se encargó de la detención de la acusada y de leerle sus derechos, el lunes 27 de enero de 2020 por la tarde, ha explicado que estaba ingresada en el servicio de urgencias del Hospital San Pedro de Logroño. La mujer fue hospitalizada por los cortes que tenía en las muñecas y otras partes del cuerpo cuando la encontraron en la habitación de hotel ese día por la mañana, después de que un vecino alertase a la policía porque la vio asomada a la ventana con intención de quitarse la vida y, entonces, descubrieron el cadáver de la pequeña en una de las camas.

Este policía nacional ha relatado que, cuando detuvo a la acusada, tras consultarlo con la psiquiatra que le atendió, estaba “plenamente consciente” y declaró con horas “precisas” lo que había hecho ese mismo día. Así, le explicó que su madre, quien se alojó con ella y la niña en el hotel el domingo 26, había bajado de la habitación a fumar a las 7:15 horas, subió y después se volvió a marchar sobre las 9:30, pero ya no regresó, por lo que ella salió a buscarla y a comprar unos cruasanes, pero ni encontró a la abuela, ni los bollos, porque no conocía Logroño.

Sobre la muerte de Carolina, le dijo “espontáneamente” a la policía que la niña “había pasado mala noche porque tenía fiebre y se había muerto de madrugada”, ha relatado este agente.

Cuando le leyó sus derechos y le ofreció la posibilidad de avisar a un abogado, ella le dio los datos de su procuradora para que le contactase, y este letrado asistió a la acusada durante su declaración formal en la Comisaría de la Policía Nacional el 30 de enero de 2020, tras recibir el alta hospitalaria.

En el juicio también ha declarado otro agente, quien, junto al anterior, se encargó del visionado de las imágenes de 27 horas de grabación del hotel y de una sala de fiestas situada en la calle cercana de Siervas de Jesús.

En esas imágenes, los policías comprobaron que las tres (la abuela materna, la acusada y la niña) llegaron al hotel el domingo 26 sobre las 8:00 horas; la abuela se marchó ese día a las 17:15 y no regresó; y la acusada salió del establecimiento hotelero el lunes 27 a las 7:15 con la capucha puesta y un bolso rojo, se marchó hacia avenida de Portugal y regresó a la habitación a las 8:15.

Un policía ha dicho que “se la veía un andar torpe, desorientado y no decidido”, como si no tuviera claro dónde iba cuando se marchó, pero al regresar tenía claro que se dirigía hacia el hotel.

También han testificado dos agentes que participaron con los bomberos en la búsqueda de la abuela materna junto al río Ebro en Logroño, donde apareció su bolso y también su cadáver, el martes 28 de enero.

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