La Rioja

El Centro Tecnológico del Calzado de La Rioja cumple 15 años

En enero de 2007 abría sus puertas el Centro Tecnológico del Calzado de La Rioja (CTCR) en Arnedo. ¿El objetivo? Ser un referente en innovación e investigación. Un sector que en esos momentos ya era la segunda actividad económica en la comunidad -313 empresas y 3.200 empleados- y el 2,23 por ciento de su PIB, abarcando el 10,7 por ciento de la producción española con unos ingresos de explotación de 422 millones de euros.

El sector ha crecido de forma sustancial en estos tres lustros y el centro ha sido una herramienta indispensable para ese crecimiento continuo ya que ha ido de la mano con los empresarios riojanos aportándoles la posibilidad de investigar para conseguir productos más resistentes, más dinámicos y más sostenibles con el medio ambiente.

Sus 1.700 metros construidos se reparten en dos plantas y sótano. Un edificio original, diseñado por el arquitecto Luis Rojo De Castro, de la escuela de Rafael Moneo, en medio de un polígono lleno de tiendas en las que el calzado es el protagonista indiscutible. Una inversión de 6,5 millones de euros destinó hace 15 años el Gobierno de La Rioja en su construcción de los que la maquinaria se llevó más de 900.000 euros y otros 400.000 en equipamiento.

Entonces, cinco personas llenaban los espacios del imponente edificio. Hoy son más de una treintena los que trabajan en él. Proyectos de I+D+i, soluciones a la industria 4.0, nanotecnología, ecodiseño, biotecnología, mejoras competitivas… la lista de servicios es amplia y no sólo para el sector del calzado.

El centro contaba en sus inicio con un total de ocho proyectos. Nada que ver con los 35 que pusieron en marcha el pasado 2020, donde se mantuvo su trabajo de investigación con respecto a años anteriores a pesar de la pandemia.

Proyectos basados en diferentes líneas de trabajo que incluyen también su apuesta por el cuidado medioambiental como se puede comprobar en uno de los últimos: ‘Ecoriofab’, la obtención de una nueva gama de materiales que incluyen residuos provenientes del calzado como consecuencia de su fabricación o futura reutilización. 

Así, el CTCR ha conseguido elaborar un novedoso producto desde el que fabricar componentes del calzado como tacones, suelas o punteras, apostando por la economía circular de materiales.

Además, se han ido dando pasos importantes para que el centro sea poco a poco más independiente de la financiación pública. En la actualidad, ya cuenta prácticamente con el mismo porcentaje de financiación pública que privada gracias a sus 118 socios (90 por ciento riojanos) y a sus 166 clientes (94 por ciento del sector del calzado).

Quince años en los que el sector del calzado ha dado una vuelta de 180 grados a pesar de las últimas vicisitudes: una crisis financiera que les afectó enormemente y otra sanitaria que, como a muchos otros sectores, les paralizó durante meses. Tanto en una como en otra, el CTCR no ha dejado de ofrecer propuestas novedosas al sector con el objetivo de seguir creciendo junto a él.

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