Un 6,7 por ciento de la población riojana que viven en el umbral de la pobreza cobró en 2020 una renta mínima de inserción autonómica, algo inferior a la media nacional del 9 por ciento, según la Asociación Directores y Gerentes de Servicios Sociales.
Esta entidad ha denunciado este martes que solo el 9 por ciento de la población que vive en el umbral de la pobreza cobra una renta mínima de inserción autonómica, un porcentaje que esconde diferencias territoriales que van de la cobertura del 61,8 por ciento del País Vasco al 1,7 por ciento de Castilla-La Mancha.
La asociación, que analiza datos del Ministerio de Derechos Sociales correspondientes a 2020, asegura que siete comunidades (Madrid, Aragón, Baleares, Galicia, Castilla y León, Castilla la Mancha y La Rioja) redujeron el presupuesto y el número de beneficiarios de rentas mínimas en el año de la pandemia “con la coartada del ingreso mínimo vital” que se puso en marcha a mediados de ese año.
Según su informe, Madrid fue la comunidad que más redujo el número de personas beneficiarias (12.471 menos), Cataluña la que más lo aumentó (42.414 personas) y la Comunidad Valenciana la que más elevó la cobertura respecto a las personas en situación de riesgo de pobreza (2,72 puntos más).
A cierre de 2020 por detrás del País Vasco (61,8 por ciento) se situó Navarra con una cobertura del 59,6 por ciento de personas beneficiarias sobre su umbral de pobreza, seguida de lejos por Asturias (19,2 por ciento), Cantabria (16,8 por ciento), Cataluña (12,3 por ciento), Aragón (10,9 por ciento) y Baleares (10,2 por ciento).
Detrás se situaron Madrid (8,4 por ciento), Castilla y León (8,3 por ciento), Extremadura (7,6 por ciento), Comunidad Valenciana (6,9 por ciento), La Rioja (6,7 por ciento), Murcia (6,4 por ciento) y Andalucía (5,3 por ciento). A la cola, Galicia (4,6 por ciento), Canarias (3,3 por ciento) y Castilla-La Mancha (1,7 por ciento).
De acuerdo con los gerentes de servicios sociales, la cuantía media por perceptor de rentas mínimas de inserción en el conjunto de España supone el 15,3 por ciento de la renta media por hogar, un cuantía “extremadamente baja” que ha bajado 2 puntos desde 2019 “condicionado probablemente por la aparición del ingreso mínimo vital”.
