La consejera de Agricultura, Eva Hita, ha querido salir en defensa de la carne que proviene de la ganadería riojana a raíz de la polémica suscitada por las declaraciones del ministro de Consumo, Alberto Garzón, al periódico británico ‘The Guardian’.
Hita ha explicado a NueveCuatroUno que “el modelo de ganadería riojano posiblemente es distinto al de otras zonas de España. Así, si en el conjunto del país la ganadería intensiva supone un 80 % del total, aquí los datos son casi inversos”, y abunda en que, sin tener en cuenta la ganadería porcina y la aviar, el 70 % de las instalaciones son extensivas y de carácter familiar, “un tipo de ganadería muy relacionado con la tradición histórica de la región”.
Así los datos avalan las palabras de la consejera. Teniendo en cuenta las 1.182 explotaciones ganaderas que existen en La Rioja, el 66 % son explotaciones extensivas. De esta manera, de las 334 granjas de bólidos, 257 son extensivas. Más evidente es el caso del ovino, en el que de las 278 explotaciones solo 20 son de carácter intensivo. También en el ganado caprino pasa algo similar: de 187 explotaciones, sólo 22 son de carácter intensivo. Los porcentajes cambian en lo que se refiere al ganado porcino, hay 134 instalaciones en La Rioja, todas ellas de carácter intensivo, algo que también sucede con las 79 granjas aviares y las 18 que hay en La Rioja de conejos.
Así ha explicado que en la legislación no está contemplado el concepto de macrogranja, aunque la normativa nacional sí que regula el número de cabezas del sector porcino, que no puede tener más de 720 unidades, y en el sector aviar. “Además, se esta trabajando en un Real Decreto por el que también se va a regular el sector vacuno, que se va a limitar a 850 unidades de ganado mayor para las nuevas explotaciones o las posibles ampliaciones”.
Por otra parte, ha explicado que en La Rioja se ha presentado ya a las organizaciones profesionales agrarias un Proyecto de Ley que se espera aprobar a lo largo de este 2022 por el que se van a regular este tipo de instalaciones para todos los sectores, independientemente del animal. “La idea es marcar un tamaño máximo para nuevas implantaciones o ampliaciones, independientemente de los animales de los que estemos hablando”, explica.
Sobre la polémica de las explotaciones intensivas, la consejera deja claro que “se trata de un sector con una regulación muy estricta en todos los ámbitos y que las explotaciones cumplen a rajatabla tanto en cuestiones medioambientales como de bienestar animal, lo que hace que la carne de nuestra región sea de una estupendísima calidad, venga de donde venga”, asegura.
Eso no quita, para la consejera de Agricultura, que “la ganadería extensiva además tiene funciones medioambientales importantísimas y además fija población al territorio”, pero el modelo intensivo también cumple con todos los parámetros de calidad.
Así, confirma que “en La Rioja no tenemos constancia de denuncias contra las explotaciones de ganadería intensiva que en su mayoría, a pesar de ser de mayores dimensiones, también son de carácter familiar”.
