La presidenta del Gobierno de La Rioja, Concha Andreu, ha admitido este martes que todavía no tiene conclusiones claras sobre la efectividad de decretar el cierre de la hostelería a la una de la madrugada, pero ha subrayado que “siempre que haga falta se tomarán medidas”.
Andreu, a preguntas de los periodistas en una conferencia de prensa, ha aludido a la incidencia del COVID-19 en La Rioja y ha considerado que en los datos de los últimos días “hay vaivenes por las fiestas, o porque aumenta o disminuye el número de test que se hacen”.
“No sabemos si la decisión de cerrar la hostelería a la una ha influido en los datos”, ha reconocido, al tiempo que ha asegurado que “intuye” que por ese motivo “se ha producido eso que llamamos el tardeo” (permanecer en bares en horario de tarde) “y también que haya gente que se ha juntado apelotonada en locales”.
En cualquier caso, ha recalcado que confía “en la responsabilidad de la mayoría de la población riojana, que lo está haciendo bien, con la mascarilla siempre en lugares cerrados” y “confío en que ese buen hacer lleve a la disminución de la curva” unido a que “hay una gran parte de la población vacunada o contagiada”.
Andreu ha incidido en el “trabajo extraordinario de Atención Primaria y otros servicios sanitarios”, en seguimiento de los síntomas de las personas contagiadas “porque parecía que habíamos respirado, pero Ómicron nos ha puesto de nuevo con una ola”. Por ello, ha recalcado, “siempre que haga falta se tomarán medidas, basándonos en datos reales o en previsiones, porque lo primero es preservar la salud y la vida”.
La presidenta se ha referido también al regreso a los colegios el próximo lunes “de la forma que hemos defendido desde La Roja, con clases sean totalmente normales”. El mismo 10 de enero, ha detallado, llegará a La Rioja un equipo móvil de vacunación del Ejército “que irá donde más falta haga el refuerzo y así lo que estime Enfermería” sin descartar se que se dedique a la vacunación infantil.
