La Rioja

“Familias, no os lo penséis; es una experiencia de vida en la que salís ganando”

FOTO: Fernando Díaz

“Me los llevaría a casa. Algún día lo haré”. Y ese día llegó hace hoy dos años. Rebeca Mateo Gascón conocía la labor excepcional que Yolanda Pérez, la que fuera directora del Centro Infantil La Cometa, hacía con los niños y, por motivos de su trabajo, sabía lo que era el centro y lo visitaba de vez en cuando.

El runrún en la cabeza de Rebeca no se iba, hasta que la decisión fue más fuerte que la duda. ¿Primer paso? Ponerse en contacto con la consejería de Servicios Sociales. “Ellos te van guiando por las etapas del acogimiento”. ¿Segundo paso? Elegir qué tipo de acogida quieres hacer. “Tú decides hasta dónde estás dispuesta a llegar o lo que estás dispuesto a hacer: un proceso temporal, uno de fines de semana, uno permanente…”.

A partir de ahí comienzan los cursos de preparación y los test para conocer a la persona, familia, entorno… “Esto está gestionado por Cruz Roja, que también hace una visita para ver las características del domicilio. Cuando tienen todos los resultados, los mandan a la Consejería y esta es la que decide si eres apta o no para el acogimiento”.

Con la resolución en la mano, solo queda esperar. “Pero esto no es el primero que llega se lleva al niño que aparece siguiente en la lista. Hasta llegar aquí hay un procedimiento en el que se estudia a las familias y niños para que encajen según cada peculiaridad”. Con todos los indicadores encima de la mesa comienzan una serie de visitas de adaptación, yendo al centro primero, luego saliendo a dar un paseo, pero siempre el niño o niña volverá a dormir en el centro. Una vez establecida la relación, “te lo llevas a casa un día a pasar la noche y si todo va bien, inicias la acogida”.

La hora de la verdad

Rebeca optó por una temporal, lo que significa que en cualquier momento el niño volverá con su familia biológica, siempre y cuando esta haya resuelto su situación. “Elegí esta alternativa porque conocía el trabajo del centro y sabía que adoptar es otra historia totalmente diferente. Eso sí, me metí conscientemente en la temporalidad”. Eso significa tener sangre fría, pero “todo el mundo puede hacerlo, lo que no quita que se pase mal. Al final tienes que pensar, aunque cueste un mundo, que tiene familia y que las familias son las que nos tocan”.

La consigna diaria de Rebeca: no pensar en el día ‘D’. “Si lo hago, sería incapaz de seguir adelante”. Lo importante es ser consciente de tu elección y lo que conlleva y eso lo facilita las visitas que el pequeño hace a sus padres, “en mi caso, dos veces a la semana, para no romper el vínculo”.

FOTO: Fernando Díaz

Rebeca llevó a su peque a casa con 19 meses, allá por el 2019, y desde que dijo sus primeras palabras “me llama mamá. Él sabe que tiene dos mamás y lo ve como una ventaja. Lo cogí tan pequeño que para él es lo normal, el ir y visitar a sus padres. Muchas veces dice: ‘Qué suerte tengo de tener dos mamás'”.

La pandemia ha trastocado un poco bastante los planes, y en los peores meses se restringieron las visitas a los familiares así que, “a través de Cruz Roja, yo mandaba fotos y vídeos a sus padres. Durante ese tiempo funcionábamos con videollamadas, pero como el niño era tan pequeño tampoco podía mantener una conversación”.

Un cambio radical

“Sabía que mi vida iba a cambiar, pero no tanto y tan positivamente”. Y eso que Rebeca ha tenido que hacer frente a su acogimiento con una pandemia de por medio, que lo cambia todo. Aún así, y en tiempos difíciles, “ha sacado lo mejor de mí. Incluso la gente que me conoce dice que ha cambiado mi carácter a mejor, por supuesto”.

Su familia ha sido partícipe en cada momento, teniendo en cuenta que es monoparental, “y cuando lo planteé en casa mi madre fue la mujer más feliz del mundo. Ella quería ser abuela y tiene una visión muy parecida a la mía en el sentido de que no hace falta que sea de tu propia sangre para dar cariño y ejercer al cien por cien de abuela como hace ella”.

Pero Rebeca no puede pasar por alto la figura de su hermano. Durante el confinamiento ella no paró de trabajar, no así su hermano que, como todos los hosteleros, fue el primero en cesar su actividad. “Pasó de ser el tío de paso un rato, le traigo un regalo y le doy sus caprichitos a ser padre de 9 de la mañana a 5 de la tarde. Cada uno en el acogimiento tiene su rol, de madre, abuela, tío, pero él, sin haberlo solicitado, se conviertió en el mejor padre de acogida que mi hijo ha podido tener”.

Experiencia de ida y vuelta

No se cansa de repetir la misma frase porque la siente así, y se nota cuando le miras a los ojos y ves cómo habla de su pequeño. “Es una experiencia de vida brutal que te ayuda a crecer como persona, valorar el día a día y, sobre todo, establecer prioridades en tu vida y saber qué es y qué no es importante”.

Además, Rebeca deja claro algo: “La gente desde fuera piensa que es un gesto de generosidad con respecto al niño, pero no ven realmente lo que el pequeño aporta a toda una familia, haya o no haya más hermanos. Es más, cuando hay otros hijos biológicos, un hermano de acogida les aporta una visión de la vida muy diferente a la que estamos acostumbrados, a ver que hay otras situaciones familaires, que el mundo no es igual para todos. El acogimiento es un gran regalo”.

Lo que no quita para que la experiencia se convierta, también, en un regalo para el niño de acogida, ya que “le abres al mundo, a otras costumbres, a otras relaciones, a la vida más allá de un centro, en el que están muy bien cuidados y atendidos pero les enseñas que hay más”.

Es un acto de entrega de amor mutuo, de ser felices juntos y aprender de forma cómplice. “Familias, no os lo penséis. Es una experiencia en la que las que salís ganando sois vosotros, de verdad”, resume Rebeca.

El acogimiento familiar es un programa del Gobierno de La Rioja de forma que todas las personas interesadas pueden ponerse en contacto con la Sección de Acogimiento Familiar de la Consejería de Servicios Sociales y Gobernanza Pública a través del teléfono 941 29 43 61.

Además, todas las familias que quieran dar la oportunidad de crecer en familia a niños y niñas que lo necesitan, contarán con apoyo, asesoramiento y acompañamiento durante todo el proceso. Visita www.larioja.org/familiasacogedoras

* Contenido especial para el Gobierno de La Rioja

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