El consejero de Educación de La Rioja, Pedro Uruñuela, ha subrayado que “no hay nada que reprochar” ha cómo ha actuado el colegio Escolapias Sotillo de Logroño, en el caso de un presunto abuso sexual a una estudiante, que habría sido cometido por un trabajador no docente del centro.
Uruñuela ha hecho estas declaraciones este martes a EFE después de que se haya conocido este presunto caso de abuso a una menor, tras el que se apartó al trabajador de su puesto y, posteriormente, éste se suicidó el pasado 20 de octubre.
El consejero ha explicado que comparte la “preocupación” con el equipo directivo y docente del centro “ante una situación que a nadie le gusta vivir”, pero en la que “el colegio ha cumplido con su papel de forma excelente”.
Ha pedido a las familias del millar de alumnos de este colegio que tengan en cuenta esa forma de actuar de la entidad porque “una cosa así no puede incidir en la valoración que se hace de un centro”.
En esta situación, que “el colegio nos comunicó de inmediato”, ha añadido, se aplicó el protocolo marcado para “cortar de inmediato” y, “principalmente, para defender a la víctima, que es una menor, a la que hay que dar veracidad cuando comunica unos hechos”.
“Por eso, el siguiente paso es apartar al supuesto agresor, como se hizo aquí, y nadie puede prever lo que sucedió después”, en referencia a la muerte de este trabajador no docente, ha defendido Uruñuela.
En este sentido, el consejero ha reconocido la “sorpresa” por el desenlace del caso en lo relativo al supuesto agresor, con el que “se mantuvo la presunción de inocencia”, aunque “no se ha podido averiguar más”.
Desde la Consejería, ha detallado, se mantiene contacto con el colegio para ofrecer apoyo psicológico a la alumna implicada y a sus compañeros” y ha destacado que “el centro está trabajando muy bien con sus psicólogas y orientadoras”.
